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Así son las tres propiedades de Cristina Kirchner que serán allanadas por Bonadio

Son dos en Santa Cruz y una en el barrio porteño de Recoleta. Ayer el Senado lo habilitó. Es por la causa que investiga corrupción en la obra pública durante su gobierno.

23 Agosto de 2018 06:13
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El Senado habilitó anoche a la Justicia a que ingrese a los domicilios de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que es investigada como presunta jefa de una asociación ilícita. El juez federal Claudio Bonadio podría realizar los allanamientos hoy mismo en las tres propiedades de la senadora de Unidad Ciudadana. Se llevarían a cabo con personal de la Policía Federal, que podrá registrar con fotografías y videos los domicilios de la ex mandataria. Mirá cuáles son las tres propiedades. 

Se trata de dos grandes viviendas en la provincia de Santa Cruz, una en Río Gallegos y la otra en El Calafate, la ciudad que la propia Cristina definió en más de una ocasión como su “lugar en el mundo”. Además, el quinto piso del edificio de la esquina de Juncal y Uruguay, en el coqueto barrio porteño de Recoleta, donde esta semana se realizó un operativo ordenado por Bonadio, que allanó departamentos de ese edificio sin ingresar a la propiedad de la ex mandataria.

Bonadio quiere allanar tres propiedades de Cristina Fernández de Kirchner.

MASCARELLO 441, RÍO GALLEGOS

Exactamente tres años atrás, BigBang publicó imágenes exclusivas de la propiedad de la ex presidenta. Desde un dron, se podía ver a la perfección la propiedad donde solía pasar los fines de semana con Néstor Kirchner. Con un quincho para los clásicos asados que preparaba el ex mandatario, esa propiedad está ubicada en el barrio El Jardín, y el matrimonio presidencial se hizo instalar un complejo sistema de rejas, vidrios blindados y portones para preservar la intimidad.

A esa propiedad ingresó años atrás el Tribunal Nacional de Tasaciones, también por orden del juez Bonadio, que instruía el expediente Los Sauces. El chalet de la familia Kirchner fue tasado y se constató documentación que ya tenía el juzgado. Más allá de ser la casa, en sus tiempos como presidenta era un refugio del poder.

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PADRE DE AGOSTINI Y LOS TEHUELCHES

Otra de las viviendas donde pretende ingresar el juez Bonadio está en El Calafate, la ciudad que años atrás Cristina definió como su lugar en el mundo. Ni bien abandonó el poder, la esquina de Padre de Agostini y Los Tehuelches se transformó en un punto fundamental en el “city tour K”, con gente que llegaba de distintos puntos del país y se quedaba en la puerta de la propiedad hasta que Cristina saliera para saludarla.

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La vivienda tiene cinco ambientes y alrededor de 520 metros cuadrados cubiertos, con un gran parque y amplios ventanales. Durante el verano de 2016, la ex presidenta se refugió en esa propiedad. Varias veces por semana, cuando salía, grababa mensajes con visitantes que la aguardaban en la puerta, enviaba saludos y hasta críticas a Mauricio Macri.

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JUNCAL 1409, PISO 5: EL COQUETO DE RECOLETA

Quizás esta sea una de las propiedades de Cristina Fernández de Kirchner más conocidas. La compró Néstor Kirchner en 1999. Está ubicada en pleno barrio porteño de Recoleta, en la esquina de Juncal y Uruguay. De hecho, tiene doble entrada, una por cada esquina. El departamento está en el quinto piso y tiene más de 200 metros cuadrados.

Cristina, desde el balcón del coqueto departamento de Recoleta.

Se trata de un departamento clave en el entramado de pago de coimas que investiga Bonadio, ya que de acuerdo al testimonio del chofer Oscar Centeno, Roberto Baratta llevaba bolsos con dinero de sobornos por la obra pública a ese edificio. La semana pasada, el juez allanó el edificio, que tiene más departamentos, aunque sin ingresar a la propiedad de la ex mandataria, lo que le valió duras críticas del kirchnerismo.

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El 12 de abril de 2016, Cristina reapareció en público en el balcón de ese departamento, justo un día antes de ir a declarar ante Bonadio por otra causa. Esa noche, rodeada de militancia que se acercó a recibirla luego de 124 días alejada de la vida pública, se asomó al balcón para saludar.