Con el procesamiento de Cristina Kirchner por asociación ilícita en la causa que investiga el desvío de fondos de la obra pública en favor de Lázaro Báez, sin dudas se abrirá un nuevo panorama en términos jurídicos. No son pocos los abogados que coinciden en que la figura por la que decidió procesarla el juez federal Julián Ercolini es compleja de probar en juicio oral. El caso de Carlos Menem.
La decisión de Ercolini bien podría ser tomada con pinzas. Ocurre que si bien la figura de asociación ilícita es una de las más graves en términos jurídicos, también es de las más difíciles de probar. “He visto pocas sentencias bajo esa carátula, cuando se llega al juicio oral se debe probar una connivencia subjetiva entre tres o más personas”, sintetizó el abogado penalista Claudio Mazaira.
Cristina fue procesada por el direccionamiento de la obra pública en favor de Lázaro Báez.
Según el artículo 210 del Código Penal, las condenas por asociación ilícita van de tres a diez años de prisión. Sin embargo, de comprobarse, el jefe u organizador afrontaría una pena mínima de cinco años de reclusión. De todos modos, no suelen haber condenas de estas características. “La parte objetiva se prueba con datos y testigos, pero es muy difícil comprobar que hubo connivencia, cómo fueron las reuniones entre los involucrados”, agregó el abogado en diálogo con BigBang.
Ayer tras conocer la decisión de Ercolini, Cristina aseguró por medio de una serie de mensajes en las redes sociales que la figura de asociación ilícita “fue creada por gobiernos de facto y utilizada por todas las dictaduras para perseguir dirigentes opositores”.
En concreto, la figura de asociación ilícita implica la connivencia de tres o más personas con el objetivo de planificar y cometer delitos. Un ejemplo: si se planifica un robo entre cinco personas a un banco, pero no se concreta, podría caber la figura de asociación ilícita. “Si subjetivamente pudieran hacer un test de la mente y saber cómo se planeó, se podría comprobar. Sino, es muy complejo”, remarcó el letrado.
Se trata de una figura compleja porque pueden confluir varios delitos, como la defraudación al Estado, el incumplimiento de los deberes de funcionario público o la estafa. En el expediente, además de la ex presidenta, se encuentran involucrados varios ex funcionarios: Julio De Vido, José López, Carlos Kirchner y el propio Báez.
Según el penalista Claudio Mazaira es complejo probar la figura de asociación ilícita.
“Cuando había delitos que podían ser excarcelados, se caratulaba de ese modo para evitar la excarcelación”, aclaró Mazaira.
Eso fue lo que ocurrió con el ex presidente Carlos Menem, en 2001. El 7 de junio de ese año fue detenido tras la indagatoria por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia durante su gobierno. Permaneció en prisión domiciliaria hasta noviembre, cuando hubo un cambio de carátula por un fallo de la Corte.
En su caso, nunca se pudo comprobar la figura de asociación ilícita. Años más tarde, el ex jefe de Estado fue condenado en esa investigación, pero por “contrabando agravado”. La sentencia aún no está firme y Menem nunca fue a prisión.
Menem fue detenido en junio de 2001 por asociación ilícita, en la causa por la venta de armas.
De todos modos, sí existen excepciones. Una opción sería por medio del testimonio de al menos uno de los involucrados que revele cómo fue el esquema de planificación del ilícito. Testigos y arrepentidos podrían ser claves para aportarle contenido a la figura penal.
De todos modos, varios penalistas coinciden con el planteo de Mazaira. “No son para nada comunes las condenas por asociación ilícita”, remarcó otro abogado que conversó con BigBang.
El procesamiento a Cristina Kirchner fue dictado por el juez federal Julián Ercolini.
Según Mazaira, cuando los límites son difusos y hay varios personajes involucrados en el mismo esquema se define la asociación ilícita para agilizar los trámites y poder elevar la causa a juicio oral. “Si en el juicio no se despeja esa duda, la causa se cae”, remarcó. Y aclaró: “Para el común de la gente la asociación ilícita es sinónimo de ser un capo mafioso”.