28 Diciembre de 2015 04:15
El ex legislador porteño por el macrismo, Agustín Garzón, iniciará hoy su intervención en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), tras el decreto que removió al ex titular de la entidad, Martín Sabbatella. Tendrá como objetivo “emprolijar” el organismo, tal como le ordenaron desde el Gobierno Nacional.
A la derecha, Garzón, el interventor del Afsca junto a Rodríguez Larreta y Carolina Stanley.
La idea del macrismo es que Garzón y su equipo técnico comiencen a conocer la realidad del órgano de aplicación de la Ley de Medios y realice un exhaustivo análisis de las cuentas y libros contables de la entidad ubicada en Suipacha al 700. Garzón estará acompañado de Miguel de Godoy, quien conducirá un megaorganismo que nucleará al Afsca como a la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic).
Sabbatella fue desalojado el fin de semana por orden del juez Julián Ercolini.
Garzón se encontrará con una planta de empleados que forman parte de la estructura que confeccionó Sabbatella, quien el fin de semana fue desalojado junto a sus funcionarios por la Policía con una orden del juez federal Julián Ercolini. Existe expectativa ante una posible “resistencia” de aquellos que aún responden al ex funcionario kirchnerista y la posibilidad de una ríspida convivencia entre los empleados y el interventor.
El macrismo quiere conocer los detalles de los contratos de la entidad que dirigía Sabbatella.
Las cuestiones vinculadas a la aplicación de la Ley de Medios quedarán relegadas a un segundo plano, y el eje de atención se centrará en la administración de la entidad. El macrismo quiere conocer los detalles de la herencia que dejará Sabbatella. Los cerca de mil empleados que hoy tiene el Afsca mantienen fuertes lazos de militancia con el kirchnerismo por lo que la idea de un trabajo en conjunto con el macrismo pierde terreno.
El objetivo será realizar una auditoría del organismo y revisar todos y cada uno de los contratos del personal, de los cuales el macrismo cree que al menos un 20 por ciento de los empleados no tendría una tarea concreta. Garzón pondrá el ojo en las posibles irregularidades que puedan hallarse allí.
