En un nuevo giro en la causa por el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, por la que fueron detenidos Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Gabriel Carrizo, el fiscal Carlos Rívolo comenzó a investigar la pista Gerardo Milman y el nexo político del ataque. Es que el diputado de Juntos por el Cambio fue denunciado por un testigo quien afirmó que lo escuchó decir en un bar horas antes del intento de asesinato: “Cuando esté muerta, yo voy a estar en la Costa”.
Por eso, fueron citadas a declarar Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, “asesoras” de Milman, que estuvieron con él en el bar Casablanca, a metros del Congreso, y a quienes les habría dicho la frase que anticipó el atentado perpetrado el 1° de septiembre en Recoleta. Ahora la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) se encuentra analizando los celulares de ambas mujeres, después de entregarlos hoy.
Pero la Justicia ya falló una vez más. Fueron los propios abogados de la vicepresidenta quienes exigieron que Milman y las mujeres fueron investigadas. Un mes y medio después, y tras la inacción de la jueza María Eugenia Capuchetti, quien no dejó la causa a pesar de la recusación de la vice y dejó la investigación en manos del fiscal, las dos mujeres realizaron sendos cambios en sus teléfonos.
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Por un lado, Gómez Mónaco le dijo al fiscal que cambió de aparato y ya no cuenta con el que tenía el día de la charla con Milman. Aunque aclaró que el celular está en poder de su hermana. En tanto, Ivana afirmó que había borrado todo el material que tenía en su celular. Lo hizo hace varias semanas cuando la acusación contra Milman salió a la luz. La explicación que dio fue que tenía fotos y videos íntimos y temía que se filtraran a la prensa.
Al ser consultada sobre las conversaciones con Milman, Ivana le respondió al fiscal: “Sí, tenía charla con él sobre temas laborales”. Y completó: “Pero quiero aclarar que las borré. Tanto los mensajes como las fotos, porque sentí que se podía violar mi intimidad si me pedían mi teléfono. Yo borré todo porque no había posibilidad de seleccionar solo algunas cosas y tenía fotos intimas mías comprometedoras. Para eso me asesoré”.
Y siguió: “De todas formas, quiero aclarar que nunca hablé de nada relacionado con el atentado a la Vicepresidenta en cuanto a una participación criminal en el mismo. Sí hemos hablado sobre el tema del atentado, desde el punto de vista de lo que se escuchaba por los medios”.
Cuando le consultaron sobre quién le dijo que borrara el material, contestó: “Me asesoré, pero lo decidí sola, por voluntad propia. Mi miedo son los medios”. Y agregó que el borrado lo realizó el jueves pasado, cuando la Cámara Federal debía resolver si secuestraban los teléfonos. “No estoy segura, pero puede que haya sido el jueves de la semana pasada”.
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En tanto, Gómez Mónaco negó que Milman hubiera dicho la frase sobre el ataque: “Estoy a disposición de la justicia. No considero que sea necesario frente a lo que un testigo dice que escuchó, que es absolutamente mentira, pero yo lo puedo poner a disposición. Debo decir que a nivel personal, con toda esta exposición, yo estoy muy dañada”.
Y siguió: “Quiero aclarar que yo cambié el teléfono la semana pasada y el anterior lo tiene mi hermana actualmente. Cuando cambié el teléfono, -pero no el número- pasé al nuevo las cosas más importantes, pero en las aplicaciones como WhatsApp están las conversaciones que yo tenía en el aparato anterior que utilizaba previamente”.