Desde la noche del 1° de septiembre, jornada en la que Fernando Sabag Montiel intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner en Recoleta, se abrió un nuevo universo de militancia, política y agresividad en el país que tiene como protagonista a varias agrupaciones de ultraderecha, caracterizada por ser antidemocráticas y cercanas al nazismo. La más conocida es Revolución Federal.
Y el motivo de esa fama es, en primer lugar, la conexión con Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo, cómplices de Sabag Montiel y los otros dos detenidos por el atentado. Pero hay más. Es que la organización de ultraderecha se dedicó a amenazar de muerte y de manera pública tanto a la vicepresidenta como al presidente Alberto Fernández, al diputado Máximo Kirchner y a otros funcionarios.
Por afuera de la causa del atentado, pero en otra causa en la que fueron detenidos el líder de Revolución Federal, Jonathan Morel y sus seguidores Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile, también se investiga el financiamiento por parte de Caputo Hermanos, la empresa del amigo de Mauricio Macri, Nicolás Caputo, que le pagó 13 millones de pesos a la carpintería de Morel en el Gran Buenos Aires por unas mesitas de luz para un hotel en Neuquén.
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Pero si ese movimiento de dinero es extraño y peligroso, la aparición de un personaje en la escena vinculada al atentado y a las organizaciones de ultraderecha sacudió el panorama. Es que Ximena de Tezanos Pinto no solo es la vecina de Cristina, quien tiene un piso en el departamento de arriba, sino que es amiga de Leonardo Sosa y Gastón Guerra.
De hecho, los jóvenes visitaron la casa de la vecina de CFK días antes del ataque y hasta se sacaron fotos en el balcón y amenazaron a los militantes peronistas. Durante la detención de los miembros libertarios y allegados a bandas de fanáticos nazis, dos de ellos nombraron a De Tezanos Pinto en sus declaraciones. Por eso, la Justicia, que ya tenía el foco sobre ella, analizaba sumarla a la causa.
Pero, claro, los jueces macristas de Comodoro Py liberaron a los cuatro detenidos en la noche del martes y lo primero que hicieron fue confirmarle a la vecina de Cristina que la habían nombrado. Por eso, en la mañana del viernes, la vecina de Cristina se presentó ante la justicia, designó a su abogado defensor llamado Martín Sarubbi y pidió tener acceso a la causa.
Lo increíble es que su representante legal es el abogado defensor de Basile, la otra procesada por “amenazas públicas”. Según explicaron desde la Justicia, la vecina no había sido convocada, ni imputada en la causa. Aunque se esperaba que eso sucediera la semana que viene porque Sosa y Guerra la nombraron en varias oportunidades.
Al parecer, durante la indagatoria, Sosa dijo que se reunió y visitó a Ximena porque tenían a una amiga en común llamada Glady Egui, una bullrichista que siempre organizó marchas de derecha contra el Gobierno. Durante esa visita, realizada el 28 de agosto, De Tezanos Pinto le contó que iniciaría una “carrera política” y luego hablaron sobre la marcha que se realizaba por esos días en Recoleta.
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Tras procesar a los cuatro miembros, el juez Martín de Giorgi había considerado “alarmante” la presencia de los miembros de Revolución Federal tres días antes del intento de asesinato. Por ese motivo, además de las diversas pruebas, los procesó por “incitación a la violencia colectiva y por llevar adelante un plan criminal para imponer sus ideas "y combatir las ajenas por la fuerza o el temor".
En este punto, la Justicia puso el foco sobre la agrupación de extrema derecha Revolución Federal y también Nación de Despojados. Ambos grupos tienen contactos con neonazis y militantes libertarios cercanos a Javier Milei y José Luis Espert.
Además de eso, confirmaron que Uliarte republicaba los mensajes de odio de ambos grupos y que en ellos conoció a militantes libertarios de Milei, como varios miembros de la llamada “banda de los copitos”. Dichos grupos de extrema derecha también se encuentran en la mira porque podrían servir como un nexo para la financiación de Sabag Montiel y Uliarte, que realizaron tareas de inteligencia antes de intentar matar a la vicepresidenta.
Desde hace varias semanas, De Tezanos Pinto, la famosa vecina de la vicepresidenta, también es una de las investigadas por la Justicia. La razón es que recibió en su casa a dos jóvenes vinculados a los ataques a los funcionarios del Gobierno Nacional y también porque son sospechosos de realizar tareas de inteligencia para Sabag Montiel y Uliarte.
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De los dos integrantes de los grupos extremistas de derecha ingresaron al edificio donde vive Cristina, uno fue Sosa, líder de Revolución Federal, el mismo hombre que golpeó el auto de Massa y un cronista de C5N, y luego terminó detenido por la Policía el 4 de agosto. En Twitter es llamado @leo_bertario. En su biografía dice que es miembro de Revolución Federal.
En su cuenta de Twitter, el hombre escribió: “Miren a los Kumpas ahora mismo... creo que me están cantando a mí“. Le sumó una foto desde el balcón de la vecina de Ferández de Kirchner. También sumó otra fotografía, en el interior del edificio de la vecina de Cristina en el que posa con su amigo, Gastón Guerra, otro miembro de Nación de Despojados: “Con el gran kumpa Gastón mientras nos ambientan abajo con cantos”.
Lo llamativo es que el nexo aparente entre Egui, los activistas de Revolución Federal y Tezanos Pinto es una mujer llamada Cristina Luján Romero. Ella es una de las mejores amigas de la vecina de Cristina. Las dos habían querido viajar a Dolores cuando Mauricio Macri debió presentarse a indagatoria por la causa de espionaje ilegal a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Pero se los rompió el auto en el Obelisco y no pudieron llegar.
Romero, la amiga de Tezanos Pinto, participa de marchas violentas y apoya públicamente a Patricia Bullrich. De hecho, tiene varias fotos con la ex ministra de Seguridad. También suele participar de marchas violentas. Por ejemplo, con la agrupación Revolución Federal. Además es integrante de un grupo llamado Equipo Republicano, ahí trabaja con tuiteros y punteros del PRO como Ariel Viano, su pareja Ivana Singer, y Marcelo Fava.
La otra pista que sigue la Justicia es el supuesto nexo entre la vecina de Cristina y Mario Pablo Borgarelli, el amigo de Sabag Montiel que salió a hablar al otro día del atentado y dijo en una entrevista con Telefe: “Lamentablemente falló”. Los investigadores descubrieron que el departamento de Colegiales en el que vive Borgarelli era de Alicia Tezanos Pinto, la tía de Ximena. Hace un tiempo, los hijos de Alicia le cedieron los derechos hereditarios al padre de Borgarelli. ¿Casualidad? Para la Justicia no hay nada de eso y creen que se acercan a un nodo más de los atentados.
También intentan determinar de qué vive Ximena. Por ahora, consta que De Texanos Pinto no tributa desde 2013, cuando se dio de baja de AFIP. Lo extraño es que dice haber tenido empresas hasta el año pasado. Una de esas era la web de alquileres temporarios de departamentos llamados 1054. Hoy ni siquiera funciona su web. Tampoco es monotributista.
Su último negocio fue un vivero que cerró al poco tiempo y asegura que brinda charlas motivacionales y también sobre bitcoins. No figura en ningún espacio reconocido en esos campos. Pero hay algo que llamó la atención de la investigación. Hasta octubre de 2021, Ximena figuraba como morosa incobrable categoría 5. En noviembre, un mes después, solucionó todas sus deudas. Enseguida obtuvo un crédito de un banco. No pudo explicar esa vía de dinero tan rápida sin haber heredado nada. Ese punto también está siendo indagado. La Justicia busca más datos para procesarla. Aunque ella ya dio su primer paso.