09 Septiembre de 2022 18:31
Un giro total. La causa por el ataque a Cristina Fernández de Kirchner acaba de sumar más sospechosos. A los acusados por ser la mano ejecutora del intento de asesinato de la vicepresidenta, es decir, Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte, ambos detenidos, ahora se analizan quiénes son los miembros de los grupos de extrema derecha que podrían haber organizado y financiado el plan.
Los vínculos de Uliarte con diferentes agrupaciones neonazis, libertarias y de extrema derecha ya está probada. De hecho, la detenida había publicado fotos en distintas marchas de dichos grupos. Una de ellas fue la del 18 de agosto, organizada por el grupo llamado Revolución Federal, liderado por dos jóvenes llamados Leonardo Sosa y Jonathan Morel, y Nación de despojados, a cargo de otro llamado Gastón Guerra. Ese día, la violenta marcha en Plaza de Mayo finalizó con los manifestantes lanzando antorchas a la Casa Rosada.
La investigación ahora deberá dejar en claro a todos los integrantes que formaron parte de la planificación y realización del atentado a Cristina. Por un lado, Sabag Montiel y Uliarte fueron no solo ubicados en la escena del crimen el jueves 1° como autor y coautora del ataque sino que también realizaron “tareas de inteligencia” en los días anteriores. De hecho, los copos de algodón de azúcar que supuestamente vendían aparecen en diversas imágenes tomadas por cámaras de seguridad, de televisión, de reporteros gráficos y de los manifestantes peronistas.
Pero el punto principal es el nexo entre los autores del ataque y los grupos de ultraderecha. Y parece que eso comienza a dilucidarse. En ese sentido, mientras se analizan los roles de Gabriel Nicolás Carrizo, Sergio Orozco, Miguel Ángel y dos miembros más del grupo de la denominada “Banda de los copitos”, es decir, los “amigos” de Sabag Montiel y Brenda en la venta de algodón de azúcar, ahora se sumaron más sospechosos: los integrantes de Revolución Federal y Nación de Despojados.
Y es que la clave de la investigación no solo se realiza en lo que ocurrió en el territorio del ataque sino también redes sociales. Por eso, además del análisis de cientos de horas de grabaciones en la zona de Juncal y Uruguay, un equipo de técnicos de la Policía Federal y de la Policía Aeroportuario analiza las cuentas de Twitter, de Facebook y de Instagram de varios militantes libertarios.
De esa manera, no solo definirán los arrestos en grupo que se realizarán en los próximos días sino también la situación procesal que deberán afrontar cada uno de ellos. Para eso necesitan pruebas y en las redes parecen haber dejado todo. De hecho, la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo comenzaron a recibir cada vez más material probatorio del armado del atentado y también hasta de su financiación.
El dato revelador de las últimas horas es que los integrantes de Revolución Federal y Nación de Despojados no solo estuvieron en la zona de Recoleta antes y durante el atentado a Cristina, sino que se encontraban en el edificio en donde vive la propia vicepresidenta. Eso dejaría en claro el peligro en el que estuvo Fernández de Kirchner ya que son los mismos hombres que realizaron escraches violentos y ataques a los ministros Sergio Massa y Jorge Ferraresi en diversas oportunidades.
El grupo Revolución Federal nació el 10 de mayo en Twitter y siguió su armado a través de WhatsApp. Cinco días después, el 15 de mayo, aparece Nación de Despojados en Twitter. Aunque parecen distintas agrupación, trabajan en equipo y organizan marchas para protestar contra el Gobierno Nacional en diversos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Sus convocatorias se caracterizan por la violencia con la que actúan.
Hasta ahora, los especialistas de la Policía encontraron varios posteos cargados de amenazas en la cuenta de Revolución Federal. Uno de ellos, advertía sobre el plan para asesinar a Cristina. “Aún no conseguimos el héroe que se anime”, escribieron. Esas palabras fueron en respuesta a una cuenta anónima johnny.dipp.31, en donde alguien había escrito “unos cuantos corchos a los parásitos para que todo sea menos malo”. Analizan los IP de ambos dispositivos para saber quién escribió esas amenazas.
Las marchas violentas de Revolución Federal continuaron durante julio y agosto. Así lo detallaron en Argenzuela, el programa que conduce Jorge Rial por C5N. Los miembros de Revolución Popular estuvieron en la Quinta de Olivos el día 4 de julio, durante la designación de Silvina Batakis como ministra de Economía tras la renuncia de Martín Guzmán. El 9 de julio marcharon al Obelisco y llevaron una guillotina con la frase “presos, muertos o exiliados”.
Además el 22 de julio amenazaron de muerte a la vicepresidenta en la puerta del Instituto Patria. El 4 de agosto el ataque fue directo contra el designado ministro de Economía, Sergio Massa. Días después, el 11 de agosto intentaron hacer un escrache al actor Pablo Echarri en la puerta de un teatro pero debieron irse por el repudio del público. El 18 de agosto, realizaron el lanzamiento de antorchas a la Casa de Gobierno. Huyeron tras la detención de dos personas a manos de la Policía Federal. Ese fue el día en que Uliarte estuvo protestando con varios de los miembros de derecha.
La vecina de CFK es sospechosa
Ahora se sumaron más personas en la causa por el atentado. Tras un barrido en redes sociales, los investigadores dieron con varios miembros de estas bandas violentas que estuvieron los día 27 y 28 de agosto en las inmediaciones de la esquina Juncal y Uruguay. Pero también comprobar que, al menos, dos integrantes de los extremistas de derecha ingresaron al edificio donde vive Cristina.
La lupa está puesta sobre Leonardo Sosa, líder de Revolución Federal, el mismo hombre que golpeó el auto de Massa y un cronista de C5N, y luego terminó detenido por la Policía el 4 de agosto. En Twitter es llamado @leo_bertario. En su biografía dice que es miembro de Revolución Federal.
La razón por la que es investigado es por postear, el día 28 de agosto, que estuvo dentro del edificio de la vicepresidenta. ¿Cómo lo hizo? Estuvo en el departamento de Ximena de Tezanos Pinto, la famosa vecina que vive en el piso de arriba de Kirchner.
En su cuenta de Twitter, el hombre escribió: “Miren a los Kumpas ahora mismo... creo que me están cantando a mí“. Le sumó una foto desde el balcón de la vecina de Ferández de Kirchner. Enseguida sumó otra fotografía, en el interior del edificio de la vecina de Cristina en el que posa con su amigo, Gastón Guerra, otro miembro de Nación de Despojados: “Con el gran kumpa Gastón mientras nos ambientan abajo con cantos”.
Según los investigadores Sabag Montiel, Uliarte, Sosa y Guerra se conocen y habrían mantenido diversos contactos tanto personales como virtuales con los otros miembros de “la banda de los copitos”, así como con Nación de Despojados y Revolución Federal. Cuando junten todos los registros, avanzarán con las detenciones.
Pero, sin dudas, la máxima sorpresa es el rol que habría ocupado Tezanos Pinto voluntaria o involuntariamente. En pocos días, la Justicia pondrá el foco sobre ella para dilucidar qué hacían miembros radicalizados y antiperonistas en la misma propiedad donde vive la vicepresidenta. También quieren dilucidar cómo se financian esos grupos, si ella ocupa un rol y por qué se reunió en su departamento con esos dos jóvenes. En pocos días, parte de la verdad podría salir a la luz.