27 Septiembre de 2017 07:32
Sigue la investigación. Nuevos audios entre gendarmes el día posterior al operativo en el que fue visto por última vez Santiago Maldonado revelan que los efectivos se “robaron” binoculares y walkie talkies secuestrados en el lugar.
Santiago Maldonado permanece desaparecido desde el primero de agosto.
El ciclo Minuto Uno difundió dos audios en los que se puede escuchar a los gendarmes peleando por quién se queda con los objetos, que nunca llegaron a sus superiores. El dato revelador, además del ocultamiento de pruebas, es que los binoculares en cuestión podrían ser los que el mapuche Matías Santana aseguró haber usado para ver cómo Gendarmería se llevaba a Maldonado en una de sus camionetas.
Matías Santana dijo que vio cómo gendarmes se llevaban a Santiago con unos binoculares, que luego perdió.
"Yo vi con los binoculares cómo se llevaba la Gendarmería a Santiago. Lo que vi fue que tres gendarmes golpeaban un bulto celeste, que reconocí porque era mi campera", precisó en su momento, aunque su testimonio "perdió fuerza" cuando advirtió que los largavistas ya no se encontraban en su poder.
Los audios entre los gendarmes complican la "versión oficial" de la fuerza.
Según su relato, la pérdida tuvo lugar el 17 de agosto, cuando las fuerzas federales ingresaron al predio para realizar rastrillajes. “A un integrante de la comunidad, un compañero, se le pierden los binoculares. No me acuerdo si se lo habían llevado o si se le cayeron al río”, aseguró.
"¿Revisaste el tema de los binoculares? Porque me interesa el que sobra"
-Dejame las llaves de tu oficina en la guardia.
-Bueno, bueno. Ahí yo justo le había dejado su tarjeta, su maletín a Díaz.
-Ah, bueno. Listo, listo. Que tenga cuidado. Más Díaz con las cosas que hay ahí.
-Sí, sí. Le dije que lo cuide y lo entregue en mano.
-¿Y tus anotaciones?
-Las anotaciones se las dejé a Saavedra, porque va a juntar todo. Me imagino que va a juntar todo.
-Sí
-Va a hacer todo en un mismo sumario. Ahí le dejé el acta de procedimiento, el acta de secuestro y todas las anotaciones.
-Yo lo que quiero saber es si vos chequeaste las cosas que secuestraste y está lo que vos decís que secuestraste.
-Sí, mire. Yo cuando mientras hacía el acta de procedimiento, Roldán hacía el acta de secuestro enfrente mío de la camioneta. Y ahí iban sacando con el comandante. Iban sacando y enumerando.
-Bueno, listo. Está bien, no hay drama.
-Che, ¿y revisaste el tema de los binoculares, si hay uno grande o uno chiquito? Porque me interesa el que sobra, para el geam.
-Ah, no. No lo miré. Le digo la verdad, no lo miré.
-Bueno, dejá. Yo chequeo. Porque si se lo comió la vaca, prefiero que la vaca sea mía.
-La verdad que no sé.
-Dale.
-Ahí le dejé en la habitación y hoy a Díaz le dije que le entregue el maletín.
-Listo
En el siguiente audio, dos gendarmes hablan del “escándalo” por la desaparición de los binoculares y organizan un montaje para que la desaparición pase inadvertida. Además, deslizan que hay otros objetos que no fueron reportados.
La familia Maldonado logró la recusación del primer juez de la causa y aguarda novedades.
“Quiero ver qué mierda tienen ustedes en su covacha”
-Diga.
-Sí, ¿qué me querías decir? Recién agarro señal de vuelta.
-Que me avises cuando estés saliendo más o menos, así yo le calculo y lo espero al jefe en la oficina.
-Listo, listo.
-De ahí vemos cómo mierda hacemos el tema de las fotos que le pide a la región. ¿Él quiere algo catalogado, algo así quiere o quiere de lo que secuestramos?
-Quiere todo. Quiere una foto medio panorámica de todo lo secuestrado.
-Ajá.
-De diez viene eso, porque entonces puedo hacer lo que yo quiero hacer desde ayer que es ver qué mierda tienen ustedes en su covacha.
-Listo.
-Che, ahí me están diciendo los vagos, entre nosotros, que aparentemente el woki toki y el binocular se lo llevó a Esquel. Quedó en las cajas de una de las camionetas cuando se fue a Esquel.
-Qué boludos.
-Eso me decían los muchachos: 'Eso está en una caja con ribete a Esquel, que se fue para allá'. Fijate vos que andás por ahí o hay que avisar a alguno de los oficiales cuando vayas para allá, si se puede hablar con el comandante o el primer alférez o con alguno de los pajeros que estaban ahí y preguntarle si ellos tienen ahí el binocular y el woki toki ese, el Motorola. Haceles creer, de última, que está ahí. Que se puso en el acta y se está buscando. Porque Orrego, después te cuento cómo viene la mano, ¿dale?
-Sí, otra cosa. Ahora tiene que salir una patrulla, tiene que venir acá.
-¿Qué patrulla?
-Una patrulla con cuatro hombres. Una patrulla tiene que hacer un simulacro de control de ruta para los vehículos que salen ahí de Leleque, del puesto ese de mierda que tienen. Así que ahora lo tengo que llamar al alférez que está de turno y que estén listo para que preparen la patrulla.
-Ajá.
-Bueno, decile que use a la gente que está supuestamente de “apresto” (a disposición).
-Bueno, ahí le digo entonces.
-Hay como 20 de “apresto”, que tienen que estar en “apresto”. Que agarre, que los meta ahí, que haga un menjunje. Un gendarme, un oficial superior. Vos sabés ya. Y un chofer.
-Sí, listo.
"Corchazos", piedras y mensajes: las otras contradicciones de la Gendarmería
Fue la fuerza “estrella” durante largos años y hoy es apuntada por dos sensibles casos: una pericia que asegura que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado por dos personas; y la desaparición de Maldonado, el joven que fue visto por última vez el 1 de agosto pasado, durante una protesta mapuche en Cushamen, Chubut, que fue reprimida.
El caso Maldonado provocó una serie de contradicciones al interior de la Gendarmería. A las inconsistencias de la fuerza de seguridad se le suma la declaración de al menos dos testigos mapuches que en sede judicial la apuntaron como la responsable de lo ocurrido con el joven tatuador que permanece desaparecido.
El accionar de la Gendarmería Nacional en la ruta 40.
Sin embargo, para el abogado de la Gendarmería, Gustavo Dalzone, no existieron contradicciones en el accionar de la fuerza que es cuestionada por la familia Maldonado y organismos de derechos humanos que forman parte de la querella en el marco del expediente por desaparición forzada.
Una de las más llamativas apunta a la ausencia de registros fílmicos del desalojo en la ruta 40 donde fue visto por última vez Maldonado. Cuando semanas atrás se levantó el secreto de sumario se supo que la fuerza de seguridad sostuvo que “no hubo registro fílmico en razón de no contar con los medios técnicos adecuados”. Sin embargo, días después comenzaron a trascender imágenes captadas por los gendarmes que estuvieron presentes en el lugar.
La Gendarmería, en el operativo donde desalojaron la protesta mapuche el 1 de agosto.
Fuentes de la Gendarmería aseguraron a BigBang que el registro no se realizó con materiales provistos por la fuerza, sino que las grabaciones fueron realizadas “con elementos propios” de los efectivos que participaron del operativo. “No se puede hacer una Mad Max con los teléfonos particulares”, aseguraron ante la consulta de este medio, en referencia a la película que en su edición 2015 tuvo un presupuesto de 150 millones de dólares.
“CORCHAZOS PARA QUE TENGAN”
Más de cuarenta días después del operativo en Cushamen se conoció el testimonio de un gendarme que reconoció haber efectuado un disparo con balas de goma alejado del pelotón integrado por 40 uniformados. Fue Juan Carlos Pelozo, quien le dijo a la Justicia que fue hacia el piso y que no provocó heridas a nadie. La Gendarmería dice que ese disparo tuvo el objetivo de “disuadir con el ruido”.
El accionar de la Gendarmería fue cuestionado por la familia de Santiago Maldonado.
Sin embargo, aquel testimonio entra en contradicción con un mensaje que fue hallado en uno de los teléfonos celulares de los gendarmes que estuvieron en el operativo y que fueron peritados por orden de la Justicia. “Le dimos corchazos para que tengan”, decía un uniformado mediante un audio de la aplicación WhatsApp.
La Justicia no duda que “corchazos” hace alusión a disparo de proyectiles. Lo que se investiga es si se trató de balas de goma, como insistió la fuerza de seguridad, o si se trató de disparos de armas de fuego.
La Gendarmería indicó que en el operativo no hubo pistolas 9 mm, aunque un cabo 1° que conducía uno de los vehículos de la fuerza, Andrés Ahumada, le dijo al juez Guido Otranto que sí ingresó con su 9 mm. El abogado Dalzone aclaró que “es una obligación para los choferes llevar su arma para brindar seguridad a los demás que van desarmados”.
LA PIEDRA DEL GENDARME
“Despegate del asunto del asunto de la piedra”. La frase fue hallada en el peritaje al teléfono celular de uno de los uniformados. Varios efectivos descartaron haber visto a un compañero arrojando piedras, aunque una de las imágenes muestra que en el operativo que la Gendarmería quiso mostrar como “ejemplar” hubo oficiales que portaban piedras y hasta un hacha. Se trata de armas que lejos están de ser las reglamentarias para operativos como el concretado el 1° de agosto en Cushamen.
En esta línea, hubo dos gendarmes que dijeron haber escuchado el momento en que un grupo de compañeros suyos hería a alguien con piedras, aunque otros cuatro descartaron haberlas utilizado.
La ministra defendió a la Gendarmería y luego habló de la hipótesis del "gendarme solitario".
“No hay nada que ocultar”, le dijeron a BigBang desde la fuerza. A 51 días de la desaparición de Maldonado y con los ojos apuntando hacia los efectivos de verde, una fuente de la Gendarmería señaló a este medio que “internamente” consideran que el accionar “no fue el mejor”. Sin embargo, creen que luego de operativo “siempre se actuó conforme a la Justicia”.
Días atrás habían destacado el “respaldo” que sintieron desde el Ejecutivo, con las declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien desde un primer momento defendió a la fuerza de seguridad y la desvinculó del caso Maldonado. Luego, la funcionaria apuntaló la hipótesis del “gendarme solitario”, que accionó por fuera de las órdenes.