Los trabajadores del sector privado recibirán aumentos remunerativos a cuenta de futuros acuerdos paritarios. La suba será de $3.000 en enero, a los que se sumarán otros $1.000 en febrero. Los $4.000 servirán como “piso” para las negociaciones salariales de 2020, y a partir de allí se discutirán nuevos aumentos de sueldo.
La novedad será confirmada en un decreto que sería publicado en las próximas horas y que llevaría la firma de Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Economía, Martín Guzmán. La decisión forma parte de las atribuciones que el Congreso le dio al presidente en la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, que en el artículo 54 faculta al Ejecutivo para disponer aumentos salariales mínimos por decreto.
El jueves Cafiero había confirmado que la suba salarial no sería mediante un bono por única vez, sino que la modalidad sería a cuenta de futuros aumentos. Sin embargo, desde hace semanas se especulaba con que la cifra fuera más alta, de entre $6.000 y $9.000, con la posibilidad de que los empresarios que atraviesen una situación más complicada puedan pagarlo en cuotas.
CÓMO SE PAGARÁ
El pago se hará efectivo con los salarios del mes de enero, que se cobrará en febrero. En marzo, con los sueldos de febrero, volverá a aumentar, con una suma fija remunerativa de otros $1.000. Es decir que en los primeros dos meses del año habría una inyección de $4.000, siempre a cuenta de futuras paritarias.Por otra parte, el gobierno podría definir que las PyMES queden exentas de pagar las contribuciones jubilatorias por un período para darle un alivio al sector, muy golpeado en los últimos meses. Según publicó Ámbito Financiero, la eximición del pago será para los aportes y contribuciones patronales, pero no para los tributos a las obras sociales o el PAMI.
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Ayer Fernández sostuvo en declaraciones a Radio 10 que con el incremento salarial se buscaba “garantizar un aumento mínimo con el propósito de que los empresarios no vuelvan a abusarse de los que trabajan”. La clave, sin embargo, fue el pedido del presidente a los sindicalistas para que en las paritarias no realicen “pedidos desmedidos”.En esa línea, y mientras hasta este viernes se especulaba con que pudiera pagarse entre $6.000 y $9.000 de incremento salarial, Cafiero aseguró que el gobierno pretendía “recomponer el bolsillo de los argentinos”, aunque aclaró: “Entendemos que eso no puede poner en crisis el funcionamiento de las empresas”.