El asombro que sintieron millones de argentinos al enterarse de las conclusiones que sacó el diario británico The Economist tras entrevistar durante más de tres horas al candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, es sólo una antesala de lo que sucederá en caso de que el liberal llegue al sillón de Rivadavia y quiera fundamentar sus políticas ante un mundo que las ve oscurantistas, ridículas y antidemocráticas.
La publicación casi que es un think tank del liberalismo mundial, con un 50 por ciento de sus acciones en manos de las familias Rothschild y Agnelli, pero ese sesgo no impidió que analicen la propuesta del ex arquero de Chacarita con rigurosidad y saquen como conclusiones, aun con su voluntad manifiesta de que le vaya bien, que su perfil es peligroso para la democracia y que sus planes no tienen posibilidad real de éxito, tal como están expresados.
"Este periódico estaría encantado de que Milei iniciara una nueva era de liberalismo en Argentina. Sin embargo, parece poco probable. Sus políticas están poco meditadas. Lejos de construir un consenso, le costaría gobernar. Y si se viera frustrado, algunos argentinos temen que se vuelva autoritario", caracterizaron desde The Economist en el artículo que titularon "¿Puede el libertarismo radical de Javier Milei salvar a Argentina?".
El texto comienza identificando una de las principales problemáticas de la economía argentina, y también de sus representantes populares. "Argentina necesita ahorrar. La inflación anual es del 113 por ciento. El valor del peso en el mercado negro frente al dólar ha caído a la mitad este año. Tras décadas de mala gestión económica, sobre todo bajo gobiernos peronistas, los argentinos están hartos de sus políticos venales e incompetentes", opinaron. "Su consternación ha contribuido a impulsar a Javier Milei, un autodenominado libertario y 'anarcocapitalista' que no llegó al Congreso hasta 2021, a convertirse en el favorito para las elecciones presidenciales de octubre", concluyeron.
The Economist analizó en profundidad la propuesta de dolarización del candidato que "está empapado de economía neoliberal", que tan seductora suena para quienes creen que la economía es soplar y hacer botella, y la mostró completamente estéril e improbable. Mientras que vieron con buenos ojos que "quiere privatizar todas las empresas estatales escleróticas" y "reducir el déficit del país a cero en su primer año", también aseguraron que "la consolidación fiscal requeriría una voluntad política que Argentina rara vez ha mostrado en el pasado".
"Su propuesta de sustituir la moneda nacional por el billete verde es superficialmente atractiva. Otros países lo han hecho, como Ecuador y El Salvador, y la economía argentina necesita sin duda una reforma audaz. La dolarización reduciría inmediatamente la inflación y pondría fin a las oscilaciones del tipo de cambio que causan estragos en el comercio", reconocieron inicialmente. "Pero con este sistema, los bancos y los hogares argentinos necesitarían un flujo de dólares para ponerse en marcha, que el Sr. Milei -como lo llamaron durante toda la entrevista- no tiene forma de proporcionar", identificaron después.
Esta crisis en la que entraría, según el análisis de The Economist, la economía financiera y bancaria de la Argentina, a partir de la falta de dólares, no se queda sólo en eso. "Impediría al Estado imprimir dinero, no frenaría automáticamente la política fiscal despilfarradora de Argentina. Los políticos seguirían intentando endeudarse demasiado, y no habría un banco central para inflar la deuda", detallaron. "Para colmo, Argentina está al borde del impago, que la dolarización haría aún más doloroso, ya que no habría prestamista de última instancia si el banco central argentino desapareciera con el peso", agregaron.
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"El próximo presidente tendrá que acudir al FMI con la gorra en la mano, y éste es el tipo de tarea delicada y diplomática para la que Milei carece claramente del temperamento adecuado", afirmaron. "Su asesora más cercana parece ser su hermana. Dice cosas incendiarias sobre sus oponentes. Ha sugerido que un antiguo ayudante presidencial debería ser decapitado. Es admirador de Jair Bolsonaro, un ex presidente populista de Brasil que copió algunas de las tácticas antidemocráticas de Donald Trump", sumaron.En el diario también hicieron hincapié en una denuncia que les dio de su boca y que lanzó en el marco de una exposición en la que habló de "teorías conspirativas sobre amaños electorales en Brasil". Milei les confesó que a él le robaron el 5 por ciento de los votos, una afirmación insostenible y un cálculo imposible de hacer con precisión.
Otro de los puntos en los que se frenaron para criticarlo en The Economist es su "preocupante visión histórica" sobre los crímenes de lesa humanidad y su compañera de fórmula, la negacionista Victoria Villarruel, una defensora de los militares "acusados de atrocidades durante la dictadura militar argentina" que "resalta los crímenes de las guerrillas de izquierdas que lucharon contra la Junta, en lugar de los actos más sangrientos de la propia Junta". "El Sr. Milei afirma que 'ambos bandos cometieron crímenes', una línea que los defensores de las libertades civiles no consideran tranquilizadora", reflejaron.
"Destemplado, temerario y extravagante: poco del Sr. Milei sugiere que sea el salvador que Argentina necesita". La última línea del artículo podría haber sido el título tranquilamente. Lo que es seguro es que es la demostración más clara de que, hasta los liberales más liberales del mundo, le bajan el pulgar a este peligroso candidato para los valores de la democracia y la libertad real.