La asunción de Joaquín De la Torre como ministro de Producción de María Eugenia Vidal alteró el mapa de la política en la provincia de Buenos Aires.
El ex intendente de San Miguel y miembro fundador del Frente Renovador asumió anoche en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno en La Plata junto con el radical Jorge Elustondo en el ministerio de Ciencia y Tecnología.
El mapa de la provincia de Buenos Aires, con la UCR y el PRO por separado.
Aunque la asunción de De la Torre no contó con el respaldo de los peronistas moderados del Grupo Esmeralda, ni del massismo, fue la puesta en escena que marca el intento de Vidal por sumar a los caciques del PJ a su gobierno.
En primera fila se pudo ver a dos pejotistas que no dieron el salto pero se muestran cada vez más cerca de la gobernadora: el intendente de Ezeiza (y ex ministro de Seguridad) Alejandro Granados y el intendente de San Nicolás, Ismael Passaglia.
Vidal sonríe junto a De la Torre y el radical Elustondo, nuevo ministro de Ciencia.
De La Torre no llegó sólo a las filas de Cambiemos. Arribó acompañado por su reemplazante interino en el municipio, Jaime Méndez; el intendente de Azul, Hernán Bertellys, y el jefe comunal de Coronel Pringles, Carlos Berterret.
De la Torre, socio fundador del massismo, dice que hay que apoyar a Vidal.
De acuerdo al trabajo que el politólogo y magister en comunicación política Santiago Rodríguez Rey difundió en Twitter, hoy el mapa de la provincia de Buenos Aires muestra que los socios de Cambiemos ya gobiernan la mitad más uno de los municipios: 68. La UCR tiene en su poder 41 de esos territorios y el macrismo puro 27.
El salto de De la Torre y tres jefes comunales que pertenecieron al Frente para la Victoria se da en un momento en que el Gobierno nacional afronta problemas políticos y sociales. Acaba de recibir el "mazazo" del fallo adverso de la Corte Suprema por el tarifazo y no logra reactivar una economía que viene de tres años largos de estancamiento. La inflación pega en los bolsillos del Gran Buenos Aires y el poder adquisitivo cae.
En lo político, la gobernadora tiene dificultades para contener las críticas del radicalismo, que de la mano de Ricardo Alfonsín reclama mayor protagonismo en la gestión. Sin embargo, suma dirigentes que pierde el peronismo. ¿La dirigencia política interpreta el humor que hoy prima en la sociedad? ¿O apuesta por su cuenta sin tener en cuenta el razonamiento de los habitantes de la provincia?
Mientras un sector del peronismo duda, otros como Martín Insaurralde de Lomas de Zamora y Gabriel Katopodis de San Martín buscan reagruparse detrás del llamado Grupo Esmeralda. Se trata de ex kirchneristas que hoy buscan alejarse del cristinismo duro y mantienen una relación crítica pero cordial con la gobernadora Vidal.
El mapa actual de la provincia de Buenos Aires no puede más que generar sorpresa en un territorio que el peronismo gobernaba desde hacía un cuarto de siglo. Ahora Cambiemos es la mitad más uno. La madre de todas las batallas volverá a librarse el año que viene. Ahí se verá si la tendencia se profundiza o se revierte.