La imagen de la pistola Bersa frente a la cara de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recorrió todo el planeta y llenó de preguntas a cada uno de los espectadores que lo vio.
Enseguida todo el arco político -salvo algunas espacios muy marginales- salió a repudiar lo sucedido y a pedir un rápido esclarecimiento del por qué del intento de asesinato, y las razones y vinculaciones que pueda llegar a tener. Hasta el mismísimo presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante la cadena nacional donde anunció el feriado de hoy, le pidió celeridad a la jueza federal María Eugenia Capuchetti, encargada del caso.
La magistrada estuvo esta mañana en el departamento de Juncal y Uruguay, acompañada por los fiscales de la causa Carlos Rívolo y Eduardo Taiano. Fue una visita muy breve -llegaron a la 7:20 y se fueron 7:40-, en la que estuvieron hablando con los policías que estaban presentes en el lugar, para luego continuar hacia los Tribunales de Comodoro Py para seguir trabajando.
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El allanamiento
La convulsionada madrugada del viernes también tuvo acción en el barrio de Villa del Parque. Es que durante esas horas, efectivos de la Policía de la Ciudad efectuaron un allanamiento en uno de los domicilios de Fernando Sabag Montiel, el agresor de CFK.
"Fue un allanamiento bastante tranquilo, siguieron los procedimientos como tienen que ser y revisaron todo. No se llevaron nada, solo información escrita y grabada", declaró a NA uno de los vecinos.
Aún así, lo que ahora trascendió es que los investigadores fueron a otra vivienda en San Martín, donde encontraron 100 balas dentro de la casa y que los proyectiles, de 9 milímetros, estaban en dos cajas de 50 balas cada una.
Los residentes cercanos que lo conocían estaban preocupados de que vincularan a alguno de ellos con el sospechoso nacido en Brasil. Esto fue así al nivel de que quien vive en la puerta de al lado colgó un cartel con la frase "esta no es la casa de Fernando". También con el fin de que la investigación no se equivoque de puerta.