13 Septiembre de 2020 12:09
Mauricio Macri le avisó solamente a los principales dirigentes de Juntos por el Cambio, y en especial al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que tenía pensado publicar una dura columna de opinión en el diario La Nación sobre las últimas decisiones de la administración del presidente Alberto Fernández. De esa forma, el ex mandatario rompió el silencio en medios argentinos bajo el título de “Para defender el presente y ganar futuro”.
Macri decidió salir del silencio por dos factores troncales. El primero es que se encuentra convencido de que el camino elegido por la administración de Fernández, según pudo reconstruir BigBang a partir de diversas fuentes, puede "empeorar en los próximos tres meses" y cree que por ese lado tiene que anclarse el reclamo de la oposición.
Algo de eso dejó trascender en algunos de los Zoom de los lunes de Juntos por el Cambio, en los que incluso tuvo algunas respuestas fuertes a sus dichos. El encuentro virtual de mañana no será la excepción, ya que varios de los miembros fundadores de ese espacio consideran que tenían que haber recibido el texto antes de que fuera enviado al mencionado diario y no después.
A diferencia de lo que se puede llegar a pensar, las primeras reacciones no llegaron desde la oposición, sino desde el oficialismo. La columna de Macri generó más de un “gracias” en Olivos. Cada aparición de el expresidente, cuya imagen negativa es comprable con la de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, es motivo de festejo cerca de Fernández, ya que se corre el eje de cualquier tema y sirve como puntapié para recordar lo que fue la herencia recibida por parte de la gestión de Cambiemos.
El segundo punto, negado por el entorno de Macri, es la necesidad del ex presidente de salir a marcar la cancha, después de lo que fue el anuncio de la rebaja de un punto de la coparticipación para la Ciudad del miércoles y la posterior conferencia de prensa del jefe de Gobierno porteño del jueves. En el PRO la resumieron con el nombre del “factor Baby” en referencia al periodista Baby Etchecopar.
En el editorial de su programa, Baby, que se autodefinió como un “macrista puro”, empezó remarcando que nunca tuvo de todo en claro su simpatía para con Rodríguez Larreta a quien veía, como la mayoría del macrismo puro, como “tibio” frente al presidente Alberto Fernández.
“Quiero decir que vi un estadista. Un presidente que busca abrirse al Mundo y no mantener relaciones con Venezuela. Un presidente que busca el dialogo y la paz”, gráfico Etchecopar en su editorial en la que remarcó, además, que ama a la ex ministra de Seguridad y presidente del PRO, Patricia Bullrich.
Ese editorial resumió algo que notaron varios de los dirigentes de Juntos por el Cambio: la diferenciación de Larreta manteniendo las formas del diálogo y del consenso era lo que necesitaba para dejar de lado, al menos por ahora, ese mote de "tibio".
No obstante ello, el jefe de Gobierno no tiene pensado llevar adelante ninguna actividad que pueda ser tildada, tampoco otro discurso, de proselitista. “Faltan tres años todavía. No hay que subirse al ring de forma anticipada porque capaz que no llegas al doceavo round”, expresaron cerca de su entorno.
El recorte en la Ciudad: el Gobierno porteño anticipó en dónde "ajustará" tras el anuncio de Olivos
No por nada, uno de los armadores nacionales de Rodríguez Larreta utiliza con frecuencia la comparación del estilo de pelea del ex campeón del mundo argentino Nicolino Locche: esquivar todo el tiempo los golpes a la espera de esa mano de knock out.