13 Diciembre de 2016 03:45
Día clave para el Gobierno nacional hoy en el Senado. El proyecto de ley que eleva el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y crea nuevos tributos al juego y a la actividad minera comenzará a ser debatido en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado Nacional.
La iniciativa fue aprobada en Diputados la semana pasada gracias al acuerdo de los bloques del Frente Renovador de Sergio Massa, el peronismo disidente de Diego Bossio, el kirchnerista Frente para la Victoria y la centroizquierda.
Pero es rechazada por el gobierno de Mauricio Macri, que no logró imponer un proyecto propio, y ahora llega al Senado, donde el interbloque Cambiemos posee sólo quince legisladores para tratar de modificar la iniciativa o retrasar su tratamiento: número suficiente para rechazarla no tiene.
El senador Pichetto con los gobernadores. La escena se repite desde hoy.
Desde las diez de la mañana, la comisión recibirá al titular de la AFIP, Alberto Abad, y a la subsecretaria de Ingresos Públicos, Claudia Balestrini; también se especula con que llegue a estar presente el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que llegaba anoche desde China.
Para el mediodía está prevista la presencia de algunos gobernadores, ya que la reforma afecta fuertemente las arcas provinciales debido al costo fiscal que no estaba contemplado en el diseño del Presupuesto 2017: unos 130 mil millones de pesos, de acuerdo a los números de la AFIP.
Hasta ahora está confirmada la asistencia de los gobernadores Juan Manuel Urtubey, de Salta; Gustavo Bordet, de Entre Ríos; y el chubutense Mario Das Neves.
Asimismo, también podrían ser de la partida el cordobés Juan Schiaretti y el pampeano Carlos Verna; ambos peronistas no kirchneristas; y el neuquino Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino.
Urtubey y Schiaretti, aliados principales de Macri para modificar el proyecto de Diputados.
De esos mandatarios, los únicos que se expresaron favorablemente al proyecto de la oposición fueron Verna y Das Neves, ya que el resto lo cuestionó duramente.
En tanto, a las 15, los senadores recibirán a la cúpula de la Confederación General del Trabajo.
La intención del peronismo es avanzar con el proyecto que ya fue votado macizamente por diputados de sus mismas provincias la semana pasada.
Tras la firma del dictamen, prevista para esta noche, la oposición prevé llevar al recinto sobre tablas la iniciativa al día siguiente, durante la sesión especial en la que también se debatirán la nueva ley de ART, la Emergencia Social y la ley de Emprendedores.
El titular de la AFIP, Abad, irá al Senado. El proyecto le costaría al gobierno $ 130 mil millones.
El oficialismo sólo podría intentar sumar veinticinco voluntades para bloquear su tratamiento, evitando que el peronismo llegue a los dos tercios para impulsar la discusión.
Si Cambiemos, con quince legisladores, suma a otros diez, podría retrasar la discusión hasta el miércoles 21 de diciembre.
Según informó la agencia DYN, entre los legisladores que no pertenecen al oficialismo pero no darían los dos tercios para el tratamiento sobre tablas figuran los salteños Rodolfo Urtubey (FPV), María Fiore (PARES), Juan Carlos Romero (Peronismo disidente), Roberto Basualdo (Peronismo disidente) y Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino).
El jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, opinó hoy que "el Gobierno se autoinflingió una derrota", al poner en discusión una reforma al Impuesto a las Ganancias sin tener los números necesarios en ambas Cámaras del Congreso.
Se acerca el año electoral y hasta Pichetto endurece el discurso contra el gobierno.
En tanto, el radical Julio Cobos comentó que "el bache fiscal" que dejaría el proyecto de ley si fuera aprobado tal como llegó de la Cámara de Diputados "es de más de 65 mil millones de pesos".
Si -como indica la AFIP- el costo total del proyecto aprobado en Diputados es de 130 mil millones de pesos y el Senado lo aprueba sin cambios, el gobierno tendrá dos opciones: vetar la ley o recortar la coparticipación de los propios gobernadores para solventar una erogación que Macri no tenía en mente.