Salvador Baratta fue subjefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires durante la administración de Daniel Scioli, entre 2009 y 2011, hasta que se fue del cargo intempestivamente. “Renuncié por una pelea que tuve con el ministro Ricardo Casal”, recordó.
Años más tarde tuvo un acercamiento al Frente Renovador aunque en 2019 decidió dar un paso al costado. “Renuncié antes de asumir a mi banca de concejal porque no estaba de acuerdo con el giro que había dado el massismo hacia el kirchnerismo. Siempre estuve con el Massa opositor. Hoy te encontrás con un Massa totalmente diferente. Los que éramos massistas no cambiamos, el que cambió fue él”, explicó.
En la actualidad, el veterano uniformado fue precandidato a concejal de Juntos por el Cambio en Lanús pero optó por abandonar ese espacio luego de que Carolina Píparo le ofreciera el Ministerio de Seguridad provincial en el caso de que supere en las urnas al actual gobernador Axel Kicillof.
-¿Por qué aceptó el ofrecimiento que le hizo Carolina Píparo?
-Acepté el cargo porque es como que a un soldado le ofrezcan ir a la guerra. Ser ministro de Seguridad es volver al combate. Si bien uno va a conducir el Ministerio y no va a estar en la trinchera, es como volver a la guerra. Un soldado se prepara para la guerra y un policía se prepara toda la vida para combatir el delito.
-¿Ya conocía a la candidata a gobernadora bonaerense de LLA?
-La verdad que nunca la había tratado y conocí a una mujer con tremendos ovarios. Una mujer con un potencial y una fuerza tremenda. Esto tiene que quedar bien en claro porque me lo marcó muchas veces: policía que se salga del camino, policía al que ella se lo va a llevar puesto. Le va a hacer pagar el doble de las consecuencias que a los delincuentes. La confianza solamente se paga con lealtad.
-¿Qué propone para combatir el delito en el Conurbano?
-Por un tema de ética y autoridad, el plan de seguridad lo explicará la gobernadora. Yo lo que propongo es que desde el primer día vamos a dejar la piel en la lucha. Vamos a dejar la piel en el combate contra el delito, que es el principal flagelo que tienen los bonaerenses. Yo nací, vivo y pienso morirme en Lanús. Hoy es una vergüenza. Escuchás una moto y te tenés que dar vuelta y ponerte contra la pared.
-¿La inseguridad es la prioridad principal a resolver en la Provincia?
-A los bonaerenses les preguntás que es lo que más les preocupa y te dicen que es la inseguridad. A nivel país capaz está segunda por detrás de la economía, pero en el Conurbano está primera. Para los bonaerenses, hoy la economía está en segundo plano. Hoy les interesa que no los maten en la calle.
-¿El delincuente es una víctima del sistema?
-La única víctima es la que tiene un revolver en la cabeza. Para mí el delincuente, es delincuente. Después, cómo le fue en la vida es un problema de él y de los gobiernos que no lo supieron contener. Si un pibe afana 15 veces, 15 veces se lo devuelven a los padres y en la décimasexta vez termina muerto en el asfalto por una bala de la Policía: ¿Murió por gatillo fácil o murió por negligencia del Estado? Es fácil el discurso. Es muy ambiguo. Es fácil hablar de los derechos humanos cuando a ese pibe no le dan ni pelota y dejan que siga robando. Después están esperando que la Policía lo mate para enarbolar la bandera de los derechos humanos. Son unos hipócritas. Si un pibe robó cinco veces no se lo podés dar más a los padres. Cuando la Policía lo mata, en una ruleta rusa porque ese pibe ya salió, se tiroteó, robó y metió caño, dicen 'gatillo fácil, la Policía mató a un pibito de 14 años'. Es un discurso hipócrita. Esa misma política que al menor lo trata de víctima del sistema, no lo cuida un carajo.
-¿Cómo planea acabar con los búnkers dónde venden droga?
-¿Qué búnkers? La droga se vende en las casas. Vas caminando y te das cuenta dónde se vende porque están los pibes que entran y salen. Acá han puesto de moda palabras para la ciudadanía. En la Provincia la droga no se vende en búnkers, se vende en casas como se vendió toda la vida. Y tenemos que cortar eso. Tenemos que cortar el tema de la falopa. Los pibes se roban una moto y salen a hacer desastres. Hay que cortarlo. Tenemos que dar un combate desde el primer día.
-¿Qué opina sobre el Servicio Penitenciario Bonaerense?
-Al que le toque ser ministro de Justicia va a tener que trabajar arduamente porque al penitenciario le pasa lo mismo que al policía. No tienen posibilidad de resolver nada porque los maneja la política. Hoy la Policía tiene 300 empleados civiles en cargos de directores, subdirectores, secretarios y subsecretarios. ¿Qué hacen 300 civiles adentro del Ministerio manejando a la Policía? Esto arrancó en la gestión de Cristian Ritondo. Fijate que han cambiado los ministros, los partidos políticos y siempre se prestan a los generales para que continúen en las cúpulas. ¿Cómo puede ser que el jefe de Policía actual fue segundo jefe en la gestión de Ritondo? Si son de dos partidos políticos totalmente diferentes. Hay una continuidad de gestión, no se cortó nunca.
-¿Es una cuestión política?
-Totalmente. No sé por qué no cambiaron. Acá hay que dar vuelta todo. Si mañana entrara el PRO o La Libertad Avanza, tenemos que dar vuelta toda la política. Si yo sigo con la gestión y dejo a los que estaban en la gestión anterior, no estoy cambiando nada. Hay que hacer un cambio de 180 grados.
-¿En qué estado se encuentran actualmente las instituciones uniformadas?
-El kirchnerismo las hizo pedazos. El odio está manifiesto. No se puede odiar al uniformado que es el que se juega la vida por la sociedad. Yo siempre digo que los policías somos extremadamente sanos y leales. ¿Conocés a mucha gente que se tirotee y se muera por prevenir el robo a un tipo que ni conoce? Es como el bombero que se prende fuego por salvarle la casa o rescatar a una víctima que ni conoce. Son vocaciones de servicio. No se puede ser destructivo con esas instituciones. A nosotros nos destruyeron. Pero también nos destruyó la gestión de María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo. Yo no me la agarro solo con el kirchnerismo. La gestión de Vidal y Ritondo a nosotros nos sacó la Secretaría de los heridos y el convenio con el Hospital Churruca. Durante el último año de la gestión de Vidal les dieron el 56% de aumento a los maestros y a nosotros el 16%. ¿Cómo querés que se sienta el policía?