El fuego ya afectó más de 650 mil hectáreas en la provincia de La Pampa, donde en los últimos días se reavivaron nuevos focos de incendios, que provocaron la muerte de alrededor de 1.000 animales. Unos 1.500 kilómetros hacia el norte, Salta es epicentro de otra catástrofe climática, vinculada a fuertes tormentas y el crecimiento histórico del Río Pilcomayo. Allí hay más de 7.000 evacuados en distintas ciudades, pueblos y parajes.
En diálogo con BigBang, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, explicó cuáles son las tareas que se desplegaron en cada caso, aunque sostuvo que el rol de su cartera es “previo y posterior” a que se produzca el desastre ambiental, ya sea por el descontrol del fuego en La Pampa o por las graves inundaciones en el Salta.
Aunque dice que no se arrepiente de su frase en la que recomendó “rezar” para combatir los incendios forestales, asegura que no la volvería a repetir. Además, niega un recorte en materia presupuestaria y dice que el país debe invertir en infraestructura para combatir incendios e inundaciones.
Los incendios en La Pampa ya afectaron más de 650 mil hectáreas.
LA ENTREVISTA CON SERGIO BERGMAN
- Entre sus funciones, el Ministerio de Ambiente tiene el control de prevención y de reparación después de un incendio, pero en el momento concreto la atribución es del Ministerio de Seguridad. ¿Por qué sucede eso?
- En realidad lo que sucede es que se puso en funcionamiento el Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), que es un dispositivo ejecutivo de una nueva ley que se reglamentó, de Defensa Civil, que hace que la jefatura de gabinete, en este caso sería Marcos Peña y su equipo, son los que tienen el comando de los protocolos de emergencia cuando surge una catástrofe. Esto tiene un dispositivo que es el Consejo Federal de Defensa Civil, la intervención en territorio federal es a través de las reparticiones de Defensa Civil a lo largo de todo el país. Lo que hace la jefatura a través del SINAGIR es reglamentar según las incumbencias de cada ministerio, para que no haya superposición ni pedidos a varios Ministerios a la vez por cosas desde el territorio, sino que esté todo unificado por un único protocolo. Encabeza el jefe de Gabinete y la secretaría ejecutiva del SINAGIR la hace el director de protección civil, Emilio Renda, que está en el Ministerio de Seguridad, que sería, para darte una idea, el “Crescenti del SAME”, es el profesional o el técnico que maneja los protocolos y articula cuando hay una situación de este tenor.
Cuando se hizo el SINAGIR, a cada Ministerio nos redefinieron las incumbencias. La Jefatura nos dio como incumbencia todo lo que sucede antes de un incendio y todo lo que sucede después, por la ley de manejo de riesgos del fuego. Antes del fuego tenemos alerta temprana, pronóstico y prevención; una vez que se produce el incidente el protocolo le da parte a Seguridad, Defensa, las regionales de Defensa Civil y articula con brigadistas, bomberos voluntarios, bomberos de las policías provinciales y bomberos de la policía federal. Todas las fuerzas vivas operativas, con instrumentos y logística, operan en el incidente. Al terminar el incidente el Ministerio de Ambiente vuelve a intervenir para restaurar flora y fauna en los casos en que eso sea posible.
En Salta ya hay miles de evacuados por las graves inundaciones.
- En La Pampa hay alrededor de 600 mil hectáreas afectadas por el fuego. ¿Cómo está la situación hoy en esa provincia?
Lo que hicimos es una aplicación que se llama Ambiente Móvil, donde no solo cada uno de los Estados locales y provinciales, sino que los ciudadanos puedan tener en tiempo real el mapa de fuegos activos y el mapa de pronóstico de posibles incidentes de fuego. Es una especie de termo- georreferenciación del país, donde aparecen muy en rojo las zonas con mayor probabilidad del país; y amarillo y verde el resto de los sectores. Lo más valioso de esta herramienta es que el ciudadano puede mandar alertas en tiempo real cuando ve el inicio de un incidente. No podemos estar informando después de un incidente cuando ya es noticia, nuestro trabajo es la anticipación y prevención, ahora hay acceso universal a todos para que puedan chequear qué es lo que estamos informando.
La Pampa es una zona de alto riesgo, tiene fuegos activos, la herramienta ya está disponible, se sabe el nivel de incidencia. Pero este es un fenómeno que ya vino para quedarse, como es el cambio climático, con intermitencias de altas temperaturas y sequías en llanuras abiertas con más de 60 kilómetros por hora de viento, con la cantidad de biomasa que es el combustible y tormentas eléctricas, es muy difícil que las superficies se disminuyan cuando suceden estos eventos.
Sergio Bergman reconoció que no volvería a recomendar "rezar" para prevenir los incendios.
El país está mejorando todo lo que tiene que ver con la infraestructura y la coordinación para evitar catástrofes
- En 2016 usted dijo que ante la llegada del verano lo más útil era rezar, una frase que despertó mucha polémica. ¿Se arrepiente o la sigue sosteniendo?
No sólo que no la sostengo, ni hace falta que me arrepienta, fue hace más de un año, en un contexto por el cual como funcionario, como Ministerio y como Estado tenemos que estar con recursos técnicos, y presentes con todo lo que estamos hablando ahora y no con ninguna apelación de ese tenor. No me arrepiento porque no es mi esencia, pero no corresponde que a la hora de preguntar qué es lo que hay que hacer, nosotros contestemos (de esa manera) sino como estamos contestando con la presencia del Estado nacional, provincial y municipal para mitigar el efecto del fuego.
- ¿Hubo reducción presupuestaria en las áreas del Manejo del Fuego?
No. No sólo no hubo reducción, sino que a través del SINAGIR, no sólo por manejo del fuego, sino por todas las catástrofes ambientales, hay un nuevo dispositivo que es un fideicomiso, es decir que no se dan partidas ordinarias de los Ministerios ni del Presupuesto Nacional, sino que se da un fondo de emergencia que puede activarse a través del protocolo, para evitar la burocracia y trámites administrativos, para que los dispositivos que tienen que ver con las emergencias estén disponibles, y también la rendición de cuentas en el Consejo Federal del SINAGIR, que las provincias tienen que poner también de su propio presupuesto coparticipables.
- Lo saco del problema del fuego y lo llevo a otro conflicto, que también es parte del cambio climático, como son las inundaciones en la provincia de Salta. ¿Cuál es la valoración del Ministerio de lo que ocurre en el norte del país?
Del mismo modo, en Salta activa y participa el SINAGIR. Junto con la gobernación de Salta estaba el Ejército argentino, Desarrollo Social, Salud, e Interior con temas de infraestructura. En nuestro caso fue por las alertas anticipadas, porque lo que sucedió en Salta tiene que ver con el desborde de dos represas, una que está desbordada y otra que está fisurada en Bolivia, y con el anticipo de alerta temprana, cuando el (el Río) Pilcomayo supera una cota sin precedentes, de siete metros de altura. La protección no pudo contenerlo, se llevó la crecida siete metros lineales de la ruta 54. Estamos movilizando en Formosa, que está en alerta, y también en Chaco, por lo que esperamos que pueda drenar por el Paraná, que por suerte no está crecido y nos va a ayudar a desagotar la presión hídrica por la abundancia de lluvias en la cuenca norte.
- ¿La Argentina está preparada para combatir inundaciones como las que tenemos en Salta, o enormes incendios como los que afectan a La Pampa?
No, el país está mejorando todo lo que tiene que ver con la infraestructura y la coordinación y crear nuevos dispositivos institucionales para estar preparados y tener mejores condiciones para responder a catástrofes imponderables que no siempre se pueden ni anticipar ni manejar. Sí estamos en mejores condiciones que cuando llegamos, sigue habiendo trabajo por hacer, lo importante es que además de la emergencia se requieren acciones de adaptación al cambio climático. Ya no es la emergencia, sino obras de infraestructura hidráulica, en términos de puentes, encausar nuevas cuencas y hacer obras que no se hicieron en los últimos 50 años, que ya excede al SINAGIR, y está en manos de lo que el presidente Mauricio Macri ya lanzó, que son los proyectos Participación Pública Privada, para atraer inversiones privadas, construir nueva infraestructura y proteger a los más vulnerables, que son los que pierden todo en estas catástrofes.
Hay más de 7.000 evacuados por las inundaciones en Salta.
No hay nada mejor para manejar el fuego que prevenirlo.
- Eso en el caso de las inundaciones. ¿En el caso del fuego cuánto depende de la obra pública y cuánto de factores climáticos, que requieren más tareas de prevención, como sistemas de riego?
No hay nada mejor para manejar el fuego que prevenirlo. Una vez que está disparado hay que manejarlo para disminuir su efecto y su impacto, pero lo que se necesitan son tareas de prevención, monitoreo y seguimiento, tienen que ver con armar cunetas y preparativos para los caminos, que cruzan los campos, que son de alguna manera los planes que las provincias tienen que cumplir, tienen que estar limpios, para que no quede materia orgánica en esas cortaderas y en esas cunetas. Hay que tener preparados los trabajos de infraestructura. Pero lo más importante es que hay que equipar a los brigadistas, cosa que se está haciendo, y la incorporación de nuevas autobombas. Cuando llegamos los brigadistas no tenían equipamiento y hoy lo tienen.
- ¿Qué le pareció el decreto del presidente para excluir de la órbita del Estado a los familiares de los ministros?
A mí me parece que es una señal que la sociedad estaba esperando. Puede haber casos donde sea más o menos justa, pero la Argentina tiene que pegar un punto de inflexión, y dar una señal con el nepotismo, que en este caso particular es una nómina de funcionarios que tienen que salir, pero es una historia que en el país nos hizo mucho mal. Creo que es bueno este punto de inflexión.