por Agustin Gulman
19 Marzo de 2019 13:50“La discusión tecnológica está sobrestimada en términos de herramientas de campaña”. Con esas palabras, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, le bajó el tono al uso de redes sociales, algoritmos, big data e inteligencia artificial que fueron claves de cara a las elecciones en los Estados Unidos, Brasil y que en la Argentina también tendrían gran impacto. Su definición en una entrevista con el sitio web Infobae abrió una duda: ¿se impondrán las redes sociales o el bolsillo?
A tres meses del límite para presentar las candidaturas, el panorama electoral está indefinido. A la incertidumbre por lo que podría resolver Cristina Kirchner se le suman otros tres factores: la caída de la imagen presidencial en la gran mayoría de las encuestas; la múltiple propuesta electoral del Peronismo Federal con Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey a la cabeza; y la eventual candidatura de Roberto Lavagna, el ex ministro de Economía de Néstor Kirchner que todavía no confirmó ni descartó ser candidato, pero ya aclaró que no aceptaría ir a una interna.
¿Gana la crisis económica o el impacto de la campaña en las redes sociales?
En ese contexto, el uso de la big data para la campaña electoral no parece ser un dato menor. Para el analista político Sergio Berenzstein, sin dudas el impacto político en las redes será clave. “Es un tema polémico, porque se va a usar cada vez más, hay métodos de análisis increíbles, muy sofisticados, que permiten microsegmentar a las audiencias, enviar mensajes específicos”, dice a BigBang.
Eso abre una incógnita: ¿a la hora de votar pesará más la campaña en las redes o la crisis económica que golpea fuertemente al bolsillo de los argentinos?
La gran mayoría de las encuestas que salieron a la luz en los primeros dos meses y medio del año muestran un dato alarmante para el Gobierno. Lejos quedaron la preocupación por la inseguridad y la corrupción; hoy lo que más desvela son los aspectos económicos: la inflación, la incertidumbre laboral, el impacto de las tarifas y la pobreza.
Dicho sea de paso, este jueves se conocerán los nuevos índices de pobreza que tampoco prometen ser alentadores para la Casa Rosada. El dato difundido en diciembre por el Indec reveló que el 33,6 % estaba por debajo de la línea de la pobreza, pero se anticipa que en el dato que saldrá a la luz esta semana volverá a aumentar, debido al “arrastre” por la inflación derivada de la devaluación del año pasado.
¿Redes o bolsillo?
Berenzstein se hace una pregunta fundamental: “¿Se puede ganar una elección, sobre todo siendo gobierno, con la responsabilidad de gestionar, si los resultados son negativos y si prescindís de criterios básicos de armado político? Tampoco se le puede pedir tanto a la tecnología”, concluye ante BigBang.
Mariel Fornoni, de Management & Fit, aclara que el uso de la big data en la política no es nuevo, aunque remarca que “la política tradicional también cambió y utiliza estos instrumentos”. La encuestadora señala que “las campañas cambiaron” y analiza que con los años se modificaron ampliamente los modos que tienen los políticos para acercarse a los votantes.
El último índice de “optimismo económico” de Management & Fit arrojó un leve repunte y cerró en 28 puntos. “La elección va a depender mucho del momento, la situación económica y social va a ser decisiva; veo un cansancio de la gente hacia la política, esta va a ser una elección por lo negativo”, concluyó Fornoni ante BigBang.
El consultor Hugo Haime analiza que si bien el impacto en las redes es importante, poder ganar una elección gracias a la big data es más complejo, y remarca que sin dudas el factor decisivo será el económico. “No se puede no tener redes en un proceso electoral, pero no conozco un caso en el que sólo las redes ganen elecciones si no llegas a fin de mes”, agrega.