23 Marzo de 2016 04:45
La llegada de Barack Obama a la Argentina desplegó un celoso operativo de seguridad que custodió al presidente de Estados Unidos desde el aeropuerto de Ezeiza hasta el Palacio Bosch, donde pasó su primero noche en el país. Se trata del mismo mega dispositivo que lo custodiará durante toda su estadía en el país.
El Presidente norteamericano arribó al país custodiado por un gran operativo de seguridad.
Una caravana compuesta por 40 vehículos escoltó a “La bestia”, el auto que utiliza el jefe de Estado norteamericano y que es considerado el más seguro del mundo. El trayecto que lo trasladó hasta el Palacio Bosch incluyó cortes de calles y el despliegue de francotiradores apostados sobre los edificios de 9 de julio y la avenida Libertador para controlar el perímetro.
Una gran comitiva aguardó la llegada del mandatario norteamericano.
El dispositivo de seguridad está planificado por el servicio secreto norteamericano que desde principios de marzo contempló los detalles del arribo de Obama con responsables argentinos de la seguridad en Ezeiza.
Incluso, la canciller Susana Malcorra que como lo indica el protocolo recibió al presidente visitante, debió trasladarse hasta la pista en un auto especial provisto por el dispositivo de seguridad norteamericano.
El avión presidencial "Air Force One" aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza a la 1.10 y estuvo protegido por cuatro cazas norteamericanos F-16, a los que se sumaron aeronaves argentinas Pampa y Pucará. La comitiva suma en total unas 800 personas y está integrada por ministros, periodistas y la familia del mandatario extranjero.
Los helicópteros sobrevolaron la avenida Libertador.
El despliegue también cuenta con un Boeing C40C, 11 Boeing C-17 Globemaster III, un helicóptero Marine One y seis de guerra Black Hawk (Halcones negros), estos últimos apostados en la Base Aérea de El Palomar.