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La caída de José López
8.982.047 dólares, 153.610 euros, 59.114 pesos, 425 yuanes y 2 ryales fueron los que el ex secretario de Obras Públicas kirchnerista, José Francisco López, intentaba ocultar la noche del martes 14 de junio de 2016 en el Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima hasta que, por el llamado de un vecino, Jesús Ojeda, quien había alcanzado a cruzar palabras con el exaltado ex funcionario, lo detuvo la Policía Bonaerense en General Rodríguez.
Una Sig Sauer 522 LR, la misma que usan los soldados de la OTAN, es la que llevó el ex secretario de Obras Públicas hasta el monasterio. Allí, mientras el vecino lo denunciaba ante la fuerza de seguridad, la hermana Celia Inés Apareció lo ayudó a ingresar los bolsos. Adentro lo esperan Marcela Estefanía Albín y María Antonia Casas. Todas sabían de la inminente llegada de López pues lo había avisado "Alba" Día de España Martínez Fernández, quien a sus 95 años, dice necesitar de un tubo de oxígeno para respirar, pero puede atender el único teléfono del lugar. Ahora, el fiscal de la causa, Federico Delgado, las investiga por posible encubrimiento.
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Las hijas, la esposa y la suegra, en la mira
"Yo no sabía nada, pero no lo voy a dejar solo", fue la primera reacción de María Amalia Díaz al enterarse de la detención de su marido José Francisco López cuando intentaba esconder US$ 9 millones en un monasterio de General Rodríguez. Es que mientras el fiscal federal Federico Delgado procesaba al ex secretario de Obras Públicas kirchnerista por el presunto delito de "enriquecimiento ilícito", Díaz se quejaba en la intimidad de su hogar por la austeridad con la que vivían: "Tengo las manos gastadas de fregar porque ni siquiera tenemos mucama".
La suegra y la esposa de López, investigadas.
Sin embargo, en la Justicia no le creen: inhibieron los bienes de López, su mujer y su suegra. También investigan a su hija Araceli López y a su hijastra Mariana Soules por contratos sospechosos de departamentos en la Recoleta. Por eso, un familiar directo de la mujer de 87 años, Lucila Amalia Corvalán de Díaz, se quejó en exclusiva ante BigBang: "Mientras otros sacan la plata del país, a Lucila, que nunca se prestaría para un ilícito, le embargaron su jubilación y pensión".
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La suegra sacada de López
A sus 87 años, Lucila Amalia Corvalán de Díaz nunca pensó que la Justicia podría embargarle todos sus bienes. Sin embargo, la suegra de José Francisco López comenzó a ser investigada por el juez federal Daniel Rafecas por el presunto delito de "enriquecimiento ilícito" del ex secretario de Obras Públicas detenido la madrugada del martes intentando esconder millones de dólares en el convento de General Rodríguez. Por eso, BigBang habló en exclusiva con ella.
José López y Julio De Vido, en una licitación.
BigBang: - ¿Usted es Lucila Amalia?
L.A: - Sí.
BigBang: - ¿Usted es la suegra de José López?
L.A: - Sí.
BigBang: - ¿Qué piensa sobre la detención de su yerno?
L.A.: - No tengo nada para decirte.
Acto seguido, la anciana cortó abruptamente el teléfono. La comunicación por unos pocos segundos se produjo ayer mientras el ex secretario de Obras Públicas era revisado psicológicamente en el Hospital Vicente López y Planes de General Rodríguez.
Cuando los médicos determinaron que estaba en su sano juicio para declarar ante la Justicia, este medio volvió a comunicarse con su suegra.
BigBang: ¿Usted piensa que López es inocente?
L.A: ¡Pero por qué no te vas a la puta que te parió!
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La "abogada hot" de López
"Ninguna persona en su sano juicio elegiría como defensora a la que dicen que yo elegí", declaró el 11 de agosto José Francisco López ante el juez federal Daniel Rafecas por el presunto delito de "enriquecimiento ilícito" investigado tras intentar ocultar US$ 9 millones en un convento de General Rodríguez. Como sea, los 16 días en los que Fernanda Herrera asistió legalmente al ex secretario de Obras Públicas kirchnerista le sirvieron para bailar rodeada de monjas en la pista de Bailando por un Sueño al ritmo de Thalía.
La "abogada hot", antes de cantar "A quien le importa" ante millones de televidentes, se interesó por mostrar a su por entonces defendido como una persona que exigía a gritos cocaína en los Tribunales Federales, que se desnudaba en su celda del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza y que no estaba en su "sano juicio" para declarar ante la Justicia. "Mi cliente estaba con un estrés muy alto además de los golpes en la frente por los cabezazos que se daba contra la pared con el casco puesto", juraba cada vez que podía en los medios de comunicación. Finalmente, la "abogada cumbiera" fue despedida por López y eliminada de Showmatch. Fue Justicia.