Con la negativa de Florencio Randazzo a competir en la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo deberá definir cuál es la fórmula oficial en territorio bonaerense, si es que aún perdura la idea de evitar la competencia en las PASO e ir con lista única. Aún falta definir, a partir de esta decisión que tomará la Presidenta, que será de las pre candidaturas del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza y el titular de la cámara de Diputados, Julián Domínguez. Una de las alternativas que buscaría el oficialismo es el titular de la ANSES, Diego Bossio, quien había aceptado el pedido de la presidenta respecto del “baño de humildad” y se había bajado.
El titular de la Ansses mantiene un excelente vínculo con Daniel Scioli y con su mujer, Karina Rabolini.
La versión indica que la fórmula la encabezaría Bossio y su vice sería el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, dirigente de La Cámpora, uno de los armadores del kirchnerimo y quien había sido designado para acompañar a Randazzo. Inclusive ayer, Bossio y De Pedro, se vieron en la quinta de Olivos luego de la reunión entre la presidenta y Randazzo.
El titular de la ANSES mantiene una buena relación con Daniel Scioli, lo que podría ser uno de los puntos de partida para relanzarlo a competir en Buenos Aires. Meses atrás Bossio había bajado su candidatura, luego de que en un acto la presidenta les pidiera “un baño de humildad” a los precandidatos que menos medían. Luego, allegados a Bossio explicaron que Cristina Fernández no se refería a él.
Los palnes de ayuda social, que se vehiculizan a través de la Ansses, le han dado a Bossio un alto grado de conocimiento.
Para el Gobierno, la decisión de Randazzo de no jugar en la provincia dejó en claro que antepone las aspiraciones personales por sobre el proyecto, lo que llevó a repensar el rol de Bossio, un hombre que siempre ha mostrado lealtad.