Amado Boudou no tiene buenos recuerdos de Cuba. Estaba en la isla cuando el juez Ariel Lijo lo procesó el 27 de junio de 2014 por “cohecho pasivo y negociaciones incompatibles” en la Causa Ciccone.
Cristina Kirchner, en cambio, hará historia en La Habana: mañana se reunirá con el papa Francisco. Por eso, Boudou, el primer vicepresidente procesado de la historia argentina, quedó a cargo del gobierno.
No es la primera ni será la última vez, aunque la Casa Rosada no informó sobre la agenda oficial. Boudou continuaría así con su bajo perfil.
Desde que el año pasado fue procesado, Amado Boudou bajó su perfil, incluso, cuando ejerció la presidencia.
La primera vez que el vicepresidente procesado ejerció la presidencia fue el 7 de julio de 2014 para recibir a su par armenio, Serzh Sargsyas.
Dos días después, debió soportar el “no saludo” del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, en el 198° aniversario de la declaración de la Independencia en Tucumán. Por eso, cuando Cristina viajó el 29 de julio de ese año a Venezuela para asumir la presidencia pro témpore del Mercosur, su reemplazante decidió no realizar actos oficiales.
No será la última vez que Cristina Kirchner delegue el poder en Amado Boudou: también viajará a Estados Unidos.
Este año, en cambio, Boudou adoptó una actitud más “diplomática” las veces que ejerció la presidencia.
Primero, aceptó el 3 de febrero las credenciales de Noah Mamet como embajador de Estados Unidos, mientras Cristina firmaba en China acuerdos con su par Ji Xinping. El 23 de abril hizo lo mismo con otros once embajadores.
No sólo “disfruta” de la diplomacia en la Casa Rosada sino también en el Congreso: los senadores ya no le exigen que renuncie cada vez que abre la sesión. Es que Cristina no lo incluyó en ninguna lista para octubre. El “nuevo” Boudou casi que no usa sus redes sociales: un solo tweet y un retweet en los últimos trece meses.
En los próximos días, Cristina Kirchner regresará al país porque volará nuevamente, esta vez a Estados Unidos, para reencontrarse con el Papa Francisco. Entonces, Boudou volverá a ocupar su lugar, aunque sea por poco tiempo.