El dueño del banco Macro, Jorge Brito negó a través de un escrito estar involucrado en el financiamiento de la imprenta Ciccone Calcográfica, hecho por el cual fue imputado.
Brito y Boudou, con quien tenía una estrecha relación.
El banquero se presentó a declarar ante el juez federal Ariel Lijo, a quien también le negó que conozca al arrepentido Alejandro Vandenbroele, a José María Núñez Carmona y a los antiguos dueños de la empresa.
Brito fue llamado a declaración indagatoria, acusado por haber participado de las maniobras ilegales para financiar la compra de la imprenta por parte de The Old Fund.
La citación surge luego de que Vandenbroele, presunto testaferro del ex vicepresidente Amado Boudou y arrepentido en la causa de la ex imprenta Ciccone, lo nombró en su declaración, junto a Ricardo Echegaray, ex director de la AFIP, y Gildo Insfrán, gobernador de Formosa.
Vandenbroele acusó a Brito en sus declaraciones como imputado protegido.
Vandenbroele dijo que Brito y el banquero, Raúl Moneta -declarado inimputable tras haber sufrido un ACV-, habían capitalizado la imprenta para sacarla de la quiebra. Y agregó una segunda acusación sobre el dueño del Macro: fue quien le pagó una mensualidad para que no hablara y, a su abogado, los honorarios.
Brito por su parte dejó constancia de su disposición a prestar toda la colaboración que la Justicia considere pertinente para el esclarecimiento del caso.