14 Noviembre de 2023 13:10
Patricia Bullrich ya no es lo que era... literalmente. De ser una de las favoritas por su gestión en seguridad durante el mandato de Mauricio Macri, pasó derechito a jurar y perjurar que la Argentina estaría mejor en sus manos siendo candidata nada más y nada menos que para presidenta. Pero todo lo que sube, baja y esto fue lo que le pasó a la líder del PRO, quien se vio a sí misma más sola que Mauro Icardi en el día del amigo: el mismo Macri agitó a Javier Milei como candidato presidenciable y la dejó fuera del esquema. Claro que Patricia tiene sed de poder y por eso, ni bien perdió las elecciones dio a conocer su nuevo puesto político: la presidencia de Juntos por el Cambio (JxC).
Con la investidura que le da ese cargo, se presenta en los medios para fijar postura sobre el lugar que ocupa su partido en la asociación que llevaron a cabo con La Libertad Avanza. Es que JxC tampoco es lo que era. Ella misma reconoció en una entrevista con periodistas de TN que: "Juntos por el Cambio envejeció, dejó de ser el cambio". Y tiene razón, el partido cambiemita está despedazado por mil partes con Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y Martín Lousteau cada uno por su lado.
Lo último que se pierde es la esperanza
Dardazos, flechazos, espadazos de aquí y de allá pusieron en jaque la continuidad de JxC tras conocerse la tortuosa noticia: para ganar la elección, Larreta, Morales, Lousteau -y todos los que vienen por atrás- debían tragarse el sapo de acompañar a Milei.
Los últimos se retobaron y se abrieron, pero Patricia tiene las esperanzas intactas: "Nuestros votos hoy hacen ganar a uno u otro candidato; yo estoy dispuesta a no dejar que esos sectores de presión, eso de que gobiernan ellos o nadie, intenten voltear a un gobierno", expresó claramente sobre Sergio Massa y continuó: "Voy a poner todo de mí para que eso no pase", dijo estoica en Radio Continental.
Como si esto fuera poco, hubo más ilusiones: "El 80% de los votos (que fueron para Juntos por el Cambio) no tengo dudas de que van a ir a Milei, eso va a permitir acompañar a un nuevo gobierno". Y sobre el partido contrincante que obtuvo la mayoría en las elecciones primarias contestó: "En términos históricos, que el peronismo haya sacado el 36% de los votos no es tanto, lo que pasa es que la oposición se dividió, si hubiéramos ido juntos ganábamos en primera vuelta".
Peligro fantasma: fraude
Tal cual construyen sectores de ultraderecha -pasó en Estados Unidos para Joe Biden y en Brasil para Lula Da Silva- sobrevuela por las urnas electorales el fantasma del fraude.
Aunque la Justicia Electoral confirmó que en las primarias no hubo tal fraude, Patricia y los libertarios agitan sin parar la sombra de la estafa electoral. Si bien aceptó que "no hubo fraude organizado desde el Estado", consideró que: "Hay un sistema de punteros políticos que se roban las boletas para que no gane el otro".
Es por eso que Bullrich hará lo posible para que las elecciones sean transparentes y eso es darle la fuerza de las bases de la que Milei carece: les dará sus fiscales para "cuidar la democracia" y puntualizó que pondrá: "uno o dos fiscales por mesa".
Quiere a Massa ¡afuera!
Queda clarísima la enemistad política entre Massa y Bullrich, que lo trató de "corrupto" sin ningún prurito: "Después de ver a Massa en el debate me dije a mí misma que tengo que poner el triple de esfuerzo en la fiscalización. Cuando le vi la cara, vi que es capaz de cualquier cosa para ganar".
Además le tiró un palazo: "Massa es el perfeccionamiento del sistema de corrupción y populismo" y para dejar todo más claro refirió: "No tiene límites y eso quedó clarísimo con lo que hizo en la campaña. Se gastó dos puntos del PBI. Le mintió a la gente con las placas de la SUBE. Es capaz de hacer cualquier cosa. No tiene límites ni ideología, sólo le importa el poder".
¿Qué hacemos con los "traidores" de Cambiemos?
Patricia no tuvo piedad con los que se fueron de su espacio tras la alianza más polémica de 2023. Sobre la tríada Larreta, Morales, Lousteau dijo: "Había un sector del espacio que decía que el 70 por ciento de la dirigencia política era la que iba a salvar al país y es la misma dirigencia política que lo hundió" y no le titubeó la voz para reafirmar la interna: "De alguna manera sigue, porque (Martín) Lousteau, Morales y Larreta decidieron un camino distinto".
Confrontativa y guerrillera admitió: "Por un lado, hubo una salida más competitiva, liberal, que apoya el capitalismo de reglas. Por el otro, hubo una salida con mayor simpatía para que gane Massa y el sistema". Sin embargo, Bullrich bajó el copete por un momento y dijo: "No quiero faltar a la verdad, Horacio Rodríguez Larreta no lo dijo. Morales fue el que más cerca estuvo, pero no todos lo dijeron".