El Ministerio de Seguridad reglamentó el uso de las pistolas Taser, las “armas electrónicas de uso no letal” cuya compra fue anunciada a principios de año. Las utilizarán las fuerzas federales en espacios de grandes concentraciones de personas, como estaciones de trenes y aeropuertos. Antes deberán capacitar a los uniformados.
La resolución lleva la firma de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y apunta a que las pistolas tipo Taser sean utilizadas cuando los efectivos de fuerzas federales consideren que exista una “actitud amenazante”. En un principio se compraron unas 300 pistolas electrónicas no letales y cada una costó U$S 3.000.
Antes de comenzar a implementarse en las calles, el Ministerio de Seguridad capacitará a los efectivos de la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Prefectura Naval y la Gendarmería. En la resolución publicada esta mañana en el Boletín Oficial señalan que permitirán “abordar situaciones operacionales en las que resulte necesaria la utilización de la fuerza sin el empleo de armas de fuego”.
LOS TRES CASOS EN LOS QUE SE PODRÁN USAR
La resolución habilita a las fuerzas federales a utilizar las Taser cuando otros medios "no violentos" resulten "ineficaces" en estos tres casos:Para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse. Cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas. Para impedir la comisión de un delito de acción pública.Una vez que se hubieran utilizado, los oficiales deberán preservar la memoria interna del material utilizado, con el objetivo de poder llevar a cabo un control administrativo sobre el funcionamiento.
Para el gobierno se trata de un “medio intermedio para ejercer un uso racional y gradual de la fuerza ante situaciones de enfrentamientos con personas violentas o amenazantes, brindando a las fuerzas policiales y de seguridad federales una opción táctica adicional en reemplazo de las armas de fuego”.
La incorporación de pistolas de estas características para la policía no es nueva: años atrás, cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno porteño, la Policía Metropolitana hizo un intento por sumarlas y recibió duras críticas por parte de los organismos de derechos humanos. El reclamo fue judicializado y tras un largo camino finalmente el Tribunal Superior de Justicia de la Justicia de la Ciudad las permitió, aunque no se llegaron a implementar.