Más
Política

Buscaban el tesoro de Lázaro Báez, pero sólo robaron un mate, un cuchillo y una olla

Cuatro ladrones irrumpieron en la Estancia Santa Ana para hacerse con los supuestos millones de dólares enterrados. El relato del cuidador del lugar.

30 Agosto de 2016 12:46
1552079119075

Un mate, una pava eléctrica, una olla de acero y un cuchillo. Eso fue lo único que se robaron cuatro ladrones que irrumpieron la tarde del domingo en la Estancia Santa Ana, propiedad de Lázaro Báez, para con picos y palas desenterrar los supuestos millones de dólares escondidos en la provincia de Santa Cruz.

Cuatro ladrones fueron por el supuesto millonario botín, pero se llevaron artefactos de cocina.

Para eso, el grupo comando que sorprendió en una camioneta 4x4 al único cuidador de la estancia, lo redujo al grito de "¡Al piso, Policía!", lo esposó a una cama y le exigió que indicara dónde se encontraba el botín. Sin embargo, luego de recorrer sin éxito la propiedad, decidieron poner fin a la búsqueda del tesoro.

La Estancia Santa Ana fue una de las allanadas por el fiscal federal Guillermo Marijuán.

De todas maneras, fuentes de la investigación sospechan que lo sucedido no sólo podría deberse a la explosión mediática de la "Ruta del dinero K", en la que se dice que Lázaro tendría enterrado millones de dólares originados en la obra pública bajo el kirchnerismo, sino también a la búsqueda de documentos sensibles.

Lázaro Báez está detenido desde el 5 de abril por la "Ruta del dinero K".

Como sea, el cuidador de la Estancia Santa Ana relató ante la Policía de Santa Cruz cómo fueron los extraños hechos. Luego de estar casi un día esposado a la cama, el personal pudo liberarse usando un martillo, recorrió 20 kilómetros para acceder al teléfono de la Estancia Cruz Aike y finalmente denunció lo sucedido.

En este contexto, el ministerio de Seguridad de la Nación, encabezado por Patricia Bullrich, había solicitado días atrás, incluso antes de conocerse el asalto a la propiedad, poder transformar en cuarteles tres inmuebles de los Báez: las estancias La Juliá, Río Bote y Cruz Aike, justamente, donde el cuidador llamó a la Policía.