por Agustin Gulman
22 Junio de 2020 10:48La interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, denunciará esta semana a los ex directores del organismo, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, por supuestos manejos irregulares durante la gestión de Mauricio Macri en la compra y venta de armas, que fueron vendidas a precios irrisorios a los espías mediante un descuento del sueldo. El viernes la jefa de los espías donará al Ministerio de Seguridad un arsenal hallado en una oficina de la AFI.
La denuncia, anticiparon fuentes de la AFI a BigBang, será por las ventas irregulares de armas que se hacían dentro del organismo desde 2017, cuando las autoridades definieron pasar a “rezago” un lote de más de 200 armas, entre las que había escopetas 1270, revólveres calibre 38 y pistolas 9 milímetros, entre otras. A través de una resolución, la agencia autorizaba la compra de ese armamento a sus agentes. Según detallaron, hubo espías que compraron más de cinco armas.
Lo llamativo, además fueron los precios de venta. Hubo revólveres que cotizan a más de 30.000 pesos en el mercado oficial que fueron vendidos a poco más de $5.000. “Se vendían a muy bajo precio, había pistolas, escopetas y revólveres”, señalaron a BigBang fuentes del organismo de inteligencia. La denuncia que presentará en los próximos días la interventora Caamaño será por las maniobras para vender el armamento entre los espías, así como presuntos gastos sin control y contrataciones directas.
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De hecho, las armas que pasaban a rezago nunca fueron remitidas a la Agencia de Administración de Bienes del Estado. “La Agencia no cumplía con sus propios reglamentos”, afirmaron. En enero pasado, el sitio web El Cohete a la Luna publicó que las transferencias de las armas (de la AFI a los espías/compradores) quedó a cargo de un solo gestor, que se ocupaba de realizar los trámites y el papeleo tanto en el organismo de inteligencia como en la Agencia Nacional de Materiales Controlados. Cada transferencia costaba $500 y si había que tramitar credenciales (legítimo usuario o legítimo portador) se sumaban otros $300.Inclusive, la propia AFI, que durante la gestión de Arribas y Majdalani también subastó varios inmuebles, debía recaudar con la venta de armas alrededor de 1,6 millones de pesos, dinero que no ingresaba porque el organismo había definido descontarles del sueldo a los agentes el monto correspondiente a la compra de las pistolas. “Si hubieran sido autos en lugar de pistolas era lo mismo, lo irregular era el procedimiento”, sintetizaron ante la consulta de este medio.
UN MISIL EN MI PLACARD
Más allá de las maniobras de espionaje ilegal denunciadas en Comodoro Py y en el juzgado Federal de Lomas de Zamora, ni bien desembarcó en la AFI Caamaño hizo varios hallazgos llamativos: compras de autos de lujo blindados, gastos reservados para absolutamente todo (la semana pasada dijo que hasta las biromes y los saquitos de mate cocido se compraban con gastos reservados) y polígrafos (vulgarmente conocidos como detectores de mentira). Al recorrer y revisar las oficinas, Caamaño se encontró hasta con una carta de amor de un “espía enamorado”. Pero lo más llamativo, sin embargo, fue el arsenal que encontraron en la central de inteligencia, sobre la calle 25 de mayo.Leé más | La OMS pone la lupa en Sudamérica y advierte: "Entramos en una nueva y peligrosa fase"
Ese arsenal era parte del armamento pasado a “rezago” durante la gestión de Arribas que se vendía a los agentes del organismo. Según detallaron a BigBang, había entre 45 y 50 armas (pistolas, escopetas, revólveres, subfusiles, armas automáticas, rifles) que no estaban en uso. Este viernes, la interventora hará un acto conjunto con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, donde entregarán el armamento. “Les van a dar un mejor uso que nosotros”, sostuvo Caamaño días atrás, en una charla virtual con abogados y jueces en la Facultad de Derecho.