21 Febrero de 2018 16:35
Arrinconado por el escándalo en el que quedó envuelto por una cuenta offshore no declarada en Andorra, Valentín Díaz Gilligan presentó su renuncia el lunes por la noche. Mientras el Gobierno buscaba aclarar que no se trataba de un episodio de corrupción, el ahora ex funcionario apuraba su salida del despacho que ocupaba desde 2015. ¿Qué se llevó de su despacho y a qué le podrá dedicar más tiempo?
Tras su renuncia, Díaz Gilligan comenzó el martes su primer día como ex funcionario después de más de cuatro años. Llegó a la Subsecretaría de la Presidencia en 2015, pero trabajaba en el Gobierno de la Ciudad desde 2013, un año después de abrir la cuenta que omitió declarar en sus declaraciones juradas.
Díaz Gilligan integra una banda tributo donde toca el cajón peruano.
El ahora ex funcionario debió retirar algunas pertenencias de su despacho en la Casa Rosada. Según La Nación, lo primero que descolgó de una de las paredes fue su título de economista. Y luego retiró un cuadro del ex presidente y artífice de la campaña del desierto, Julio Argentino Roca, también colgado en su oficina.
Díaz Gilligan se hizo amigo del secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, durante la adolescencia, mientras jugaban al fútbol. Otra pasión que comparten es River Plate, el club del que ambos son hinchas.
Dedos en V. Díaz Gilligan, tras un show.
Incluso, el fútbol es el que lo haría tener problemas: la cuenta offshore, según declaró el propio Gilligan, era con dinero del empresario vinculado al deporte y a la compra de jugadores el uruguayoFrancisco “Paco” Casal. Ahora, aliviado, espera que una vez que quede aclarado el conflicto en el que quedó envuelto, podría volver a la gestión.
Díaz Gilligan compareció el lunes a la Oficina Anticorrupción que comanda Laura Alonso para dar detalles de la cuenta offshore que reveló el diario español El País. Pero además, fue denunciado esta semana por el presunto delito de lavado de activos y omisión maliciosa por 1,2 millones de dólares que poseía en un banco de Andorra.
A la derecha, Díaz Gilligan, junto a su banda. Lo apodan "La Fiera".
Más allá del fútbol, el ex subsecretario General de la Presidencia guarda otro fanatismo, que permanecía oculto, y para el que ahora, lejos de la función pública, podría tener más tiempo para dedicarse en profundidad: tocar la guitarra y el cajón peruano, instrumentos que usaba en la Tom Waitsed Band, un grupo de jazz que integraba en homenaje al cantante y actor Tom Waits.
Años atrás, en un show con cartelería del Ministerio de Educación. "La Fiera" Gilligan, al frente del cajón peruano.
En la banda, Díaz Gilligan hacía percusión. Lo curioso es su apodo artístico: "La Fiera", le decían sus compañeros. La banda lleva varios años tocando covers de Waits en el Celta Bar. En una época tocaban a menudo, los jueves. Al tecladista le celebraban "las manos sagradas, que son casi como las de Perón pero vivitas y en su lugar".