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Política

Camaño recordó la tarde que le pegó una cachetada a Kunkel

Se mostró arrepentida por el incidente, pero aclaró: "No por él, sino por lo que puede representar para el pueblo".

28 Agosto de 2016 15:23
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Todo ocurrió en 2010, en medio de la sesión de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que finalizó con un escándalo casi sin precedentes. El debate era más que acalorado, y luego de una serie de críticas del diputado Carlos Kunkel, su colega del bloque peronista, Graciela Camaño, le pegó un cachetazo a mano abierta.

En medio de una comisión de Diputados, Camaño le pegó una cachetada a Carlos Kunkel.

Sentada en la mesa de Mirtha Legrand, Camaño, quien hoy es diputada por el Frente Renovador, volvió a revivir ese episodio, y se mostró arrepentida, aunque no por el dirigente del Frente para la Victoria al que agredió físicamente, sino por “lo que puede generar en el pueblo”.

Aquella tarde, Kunkel venía chicaneando a Camaño desde hacía rato. La diputada, esposa del dirigente del gremio de gastronómicos, Luis Barrionuevo, escuchaba hacía minutos una serie de comentarios sobre denuncias de corrupción en la provincia de Catamarca, donde nació su marido.

Pero hubo una frase que fue la que más molestó a Camaño. Años atrás, Barrionuevo popularizó el dicho “hay que dejar de robar por al menos dos años”. Y Kunkel se tomó de eso para disparar: “Yo nunca prometí falsamente que dos años no iba a robar y seguí robando”. La respuesta fue breve: “No me grites, energúmeno”. Luego, el golpe, un cachetazo a mano abierta que se adueñó de todas las pantallas de noticias por esos días.

Luego del golpe, la diputada salió rápidamente del salón 1 del Anexo de la Cámara de Diputados donde la comisión trataba de acordar puntos clave del presupuesto con el que contaría el Ejecutivo en 2011. Kunkel, en cambio, sonrió, de manera irónica, y luego de unos instantes también abandonó el recinto.

Seria y sin ningún tipo de interés en recordar aquel episodio, Camaño observó atenta las imágenes que pidió Legrand durante el almuerzo. Luego de ver la cachetada, la diputada massista relató que estaba finalizando la comisión y que “fue una reacción impensada”. “Me arrepiento, no por Kunkel, sino por lo que puede ocasionarle a la gente ver que un representante del pueblo se saca de sus cabales de esta manera”, sostuvo, sin profundizar.