Simbología o gusto artístico, Mauricio Macri remplazó a los proceres de los cuadros del despacho presidencial por una obra de Luis Benedit, el artista que retrató el campo argentino como ámbito de una cultura propia y escenario del crecimiento del país, según definió a lo largo de su vida.
"El pacto Bibolini Cafulcurá versión madí", una versión de Benedit de las contiendas por la conquista pampeana.
Que renovarse es vivir es una frase que el matrimonio Macri-Awada se tomó muy a pecho y desde los primeros días de gobierno, la redecoración de la Casa de Gobierno y la Quinta de Olivos es tema de interés público.
Su gusto por el arte, llevó al mandatario a remplazar los tradicionales cuadros de Manuel Belgrano, Mariano Moreno, José de San Martín y Cornelio Saavedra, que se encontraban en el despacho presidencial, para colocar en su lugar una obra de Benedit y en otro extremo una foto del Obelisco porteño.
Elegido por Macri, la obra del fallecido Benedit se enmarca dentro del “informalismo”. El tema recurrente desde sus inicios en 1960 hasta sus últimos trabajos en 2011, es el “campo”. Ya sea como escenario o abordándolo desde diferentes ángulos, como el histórico o como una problemática política y económica que caracterizan el origen y evolución en la Argentina.
El campo productivo desde la mirada de Benedit.
En su ambición para que la Casa Rosada no parezca un museo, el Presidente dejó libre una pared que destinará a una gigantografía de una foto tomada el día de la asunción y que lo muestra a Macri en el balcón presidencial, con la banda puesta, de espaldas a la cámara y de frente a la Plaza de Mayo, con su hija y su esposa.
Una foto de la familia presidencial en el balcón coronará el despacho de Macri en los próximos días.
Los cuadros de los próceres argentinos, habían sido adquiridos por Cristina Fernández de Kirchner en el 2009. Según el diario Ambito Financiero, la ex mandataria invirtió más de $ 80.000 en obras de arte y rebautizó ese salón como "Hombres y mujeres de Mayo".