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Política

Cambios en el G20 tras el papelón: custodia "cerrada" y las Fuerzas argentinas bien lejos

Varios de los mandatarios extranjeros que participarán de la cumbre se comunicaron para remarcar que el primer y segundo anillo de seguridad serán potestad de las fuerzas de cada uno de ellos y no de las argentinas.

26 Noviembre de 2018 08:56
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Los hechos y falencias en los controles policiales que llevaron a que no se pueda disputar la vuelta de la final de la Copa Libertadores entre Boca y River tuvieron su impacto directo en la cumbre del G-20 que se llevará a cabo durante este fin de semana en Buenos Aires. Es que, según pudo saber BigBang, ya comenzaron a llegar los reclamos de mandatarios extranjeros a la Casa Rosada para evitar que las fuerzas argentinas tengas una participación mayor en la custodia.

Los principales jefes de Estado internacionales, como es el caso del de los Estados Unidos, Donald Trump, o el de Rusia, Vladimir Putín, dejan siempre que el tercer anillo de seguridad (el más lejano a ellos) quede en manos del país que visitan. Como consiguiente, las fuerzas locales se encargan de cerrar los caminos, controlar las manifestaciones y hacer los cacheos en las adyacencias del primer perímetro. Llegado el caso puede haber una colaboración extra, pero no será lo que sucederá el fin de semana.

La conferencia en donde se explicaron las medidas de seguridad.

Es que todo lo que sucedió durante el fin de semana generó mayor desconfianza sobre la capacidad de la Policía de la Ciudad y las fuerzas federales, que estarán a las órdenes del ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, para evitar cualquier tipo de situación de riesgo.

La visita del ex presidente norteamericano Barack Obama permitió saber cómo es el funcionamiento de los anillos de seguridad. “Me dijeron que deje de correr dentro de la Usina del Arte porque los francotiradores que estaban en el techo iban a dispararme porque no se puede correr dentro del primer y segundo anillo de seguridad”, recordó una de las encargadas de la organización en ese entonces.

En efecto, las Fuerzas comandadas por Bullrich quedarán relegadas a tareas menores: control de las manifestaciones, cacheo en los ingresos y no mucho más. La principal hipótesis de conflicto que manejan desde el exterior no tiene como foco revueltas en contra del encuentro, sino que el mayor temor es un error por parte de las Fuerzas nacionales. En efecto, serán sólo un "complemento" y la seguridad de los mandatarios será "cerrada".