“Muchos jóvenes que integran la Policía local tiene familiares con antecedentes o integran bandas criminales”. Así le explicó un importante integrante del ministerio de Seguridad bonaerense a la gobernadora María Eugenia Vidal el cuadro de situación de la fuerza que había creado Daniel Scioli: las policías de proximidad que tienen los municipios.
Vidal incrementó las horas de entrenamiento de la Policía local.
El diálogo entre la gobernadora y uno de sus funcionarios se produjo poco después de que los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci habían sido recapturados y enviados al penal de Ezeiza. Fue entonces cuando Vidal ordenó “dinamitar” los organismos de seguridad y entre ellos, prestó particular a la Policía local, una fuerza de “prevención” conformada en su mayoría por jóvenes de la Provincia cuya formación constaba de tan sólo seis meses de entrenamiento antes de convertirse en agentes de seguridad.
Lo cierto es que Vidal indicó reorganizar la fuerza debido a las graves irregularidades halladas: analíticos escolares falsos y familiares de policías con antecedentes penales. Su flamante plan de entrenamiento, al cual BigBang accedió, llevó de seis a nueve los meses de formación e incrementó las horas de tiro y defensa personal. Los detalles de su puesta en marcha.
Afinar la puntería
Hasta marzo, un joven de la Provincia podía convertirse en Policía en tan sólo 180 días. Incluso, en algunos casos, el lapso de entrenamiento finalizaba a los cinco meses. La primera medida de las nuevas autoridades de seguridad fue extender el plan de estudios de seis a nueve meses con el objetivo de “profundizar el régimen de formación”.
El plan de estudios de la Policía Local consta de 1.280 hs pero Vidal lo incrementará aún más.
En el plan de formación que había diseñado el equipo de trabajo de Alejandro Granados, ex ministro de Seguridad bonaerense y actual intendente de Ezeiza, existían dos materias que preocuparon a Vidal por su corta intensidad de entrenamiento: horas de tiro y defensa personal. Las 96 horas correspondientes a cada una fueron consideradas insuficientes y ambas fueron reconfiguradas.
Para aprobar ahora un oficial tendrá que haber efectuado un mínimo de 250 tiros, de los cuales un porcentaje superior al 70 por ciento deben haber dado en el blanco. El entrenamiento incorporará polígonos virtuales que permitan observar el trazo del tiro y corregir la empuñadura sin necesidad de utilizar municiones. Este plan contempla que cada estudiante porte su propio chaleco anti balas.
Los estudiantes tendrán que afinar la puntería para aprobar.
La nueva gestión adquirirá para la segunda mitad del año seis polígonos virtuales y otros tantos simuladores de manejo para camionetas y autos.
En cuanto a la defensa personal, los estudiantes ahora tendrán tres estímulos físicos por semana, en lugar de uno como contemplaba el antiguo plan de estudio, y las autoridades buscan regular el uso de la tonfa, el palo de policía que permite reducir a un delincuente sin necesidad de utilizar el arma.
La curricula teórica también elevó su nivel de enseñanza.
Sin embargo, no sólo el aspecto físico sufrió modificaciones. Las materias legales, jurídicas y sociales que hacen a la formación del oficial incorporarán más horas de estudio a medida que el ministerio de Educación apruebe las modificaciones. Ya se incorporó a la curricula “Violencia de género” para que los flamantes agentes puedan contener a la víctima hasta que se efectúe la denuncia en la fiscalía correspondiente.
Una vez recibidos, los nuevos agentes deberán seguir un estricto plan alimenticio diseñado por la Universidad Católica de La Plata y, a su vez, cumplir con un riguroso entrenamiento físico, para el cual el Gobierno de Vidal ya trabaja en un acuerdo con los municipios con el objetivo de brindarle las instalaciones necesarias a cada uno de ellos.
Una herencia peligrosa
“La Policía local se hizo para dar trabajo, y en esa desesperación por egresar y cobrar un sueldo, muchos chicos no estuvieron bien entrenados”, cuenta a BigBang una importante fuente del ministerio de seguridad bonaerense que pidió reserva.
El gobierno de Vidal apunta contra la gestión sciolista por las graves faltas halladas.
Es por ello que los 14 mil agentes formados durante el sciolismo serán sometidos a una revisión para evaluar sus capacidades técnicas y teóricas. “Muchos van a quedar afuera”, advierten. Y la medida se debe a las graves irregularidades halladas en la formación de los jóvenes.
Un buen número de los actuales agentes que conforman la Policía Local presentaron analíticos escolares falsos y se detectó la falta de un estudio socio ambiental: varios tienen familiares con antecedentes o actualmente sus padres o hermanos están vinculados al delito. BigBang intentó comunicarse con las anteriores autoridades para conocer su versión pero no obtuvo respuesta.
Una ola azul de uniformados. Durante el sciolismo se recibieron 14 mil agentes.
En otros casos, una vez recibidos, los agentes no cumplían su principal labor: estar en la calle. “Los ponían a patrullar y a dar vueltas por ahí cuando deberían estar junto a los vecinos, ya se caminando o en bicicleta, pero nunca arriba de un auto”, cuentan.
El ordenamiento de la fuerza también reacomodó el ciclo de formación para que todos los municipios comiencen los estudios en abril y finalicen en diciembre. Se prevé que para fines de 2016 sean 8.000 los nuevos egresados. En los últimos días egresó la 3° promoción de las Policías Locales de General Rodríguez, Marcos Paz y Pilar.
Egreso de la Policía Local de Marcos Paz y General Rodríguez.
Tope de edad
El antiguo régimen de aprobación permitía a un estudiante de hasta 35 años convertirse en Policía, sin embargo, el límite de edad de egreso se bajó a 29, es decir, que un aspirante que cumpla los treinta durante el entrenamiento no podrá siquiera inscribirse. De esta forma buscan que la fuerza tenga un rango de edad más joven.