El doctor Carlos Rosenkrantz será el encargado de reemplazar a Ricardo Lorenzetti en la presidencia de la Corte Suprema de Justicia. Rosenkrantz fue uno de los últimos jueces en incorporarse a la Corte, en agosto de 2016. junto con Horacio Rosatti, luego de las vacantes que dejaran Carlos Fayt y Eugenio Zaffaroni. Su pliego fue propuesto por el presidente Mauricio Macri y avalado por el Senado.
Antes de asumir en la Corte, Rosenkrantz dio a conocer ante el Senado su listado de clientes: un impresionante listado de grandes corporaciones que incluye al Grupo Clarín -al que representó en la audiencia por la Ley de Medios- La Nación, La Rural, Cablevisión, YPF, Musimundo, América TV, Ávila Inversora, Mc Donald's, Carbap, y las cerveceras Anheuser-Busch Quilmes, InBev y Grupo Modelo. También representó a Panamerican Energy y Central Térmica Patagónica SA. Bouzat, y los Fondos de inversión GP, Aconcagua Ventures, HWF Capital y Pegasus.
Los cambios serán oficializados desde el 1° de octubre. La vicepresidenta primera del cuerpo será Elena Highton de Nolasco.
Lorenzetti abandona la presidencia del cuerpo después de 11 años de desempeñarse en ese puesto. Aún no se dieron a conocer las razones para su dimisión.
Lorenzetti abandonará la presidencia de la Suprema Corte.
Según trascendió será reemplazado por Carlos Rosenkrantz, quien asumirá a partir del 1° de octubre.
De Kirchner a Macri
Lorenzetti había llegado a la Corte el 12 de diciembre de 2004 propuesto por Néstor Kirchner para cubrir la vacante que dejó Adolfo Vázquez. Desde enero del 2007 oficiaba como presidente del cuerpo reemplazando a Enrique Petracchi.
Históricamente, su gran enemiga pública fue Elisa Carrió, quien pidió su juicio político acusándolo de instrumentar escuchas telefónicas como arma de espionaje. Además, lo denunció por enriquecimiento ilícito, irregularidades y lavado de activos.
Tiempo atrás, en diálogo con CNN, Lorenzetti había revelado sentirse como la "persona más atacada en los últimos diez años" y aseguró que fue una tarea difícil mantenerse en la Corte. "Empezaron con agresiones públicas, después con operaciones ilegales que fueron probadas y nos ridiculizaban", explicó.