31 Mayo de 2015 06:31
El tiempo apremia y las decisiones deberán ser rápidas y certeras. Cuando la Justicia Electoral reciba las alianzas con las que los diferentes partidos políticos llegarán a las primarias del 9 de agosto, ya no habrá tiempo para cambios. En diez días deberán estar definidas las alianzas que se disputarán la sucesión de Cristina Kirchner. Y en diez días más, la Justicia Electoral tendrá en sus manos los nombres con los precandidatos a presidente y vice, diputados y senadores nacionales de las diversas fuerzas políticas participantes.
Ninguno de los candidatos definió su fórmula presidencial. Los nombres serán dados a conocer pocos días antes del 20 de junio. Mauricio Macri escucha los consejos de su círculo íntimo, en una catarata de recomendaciones que se divide entre optar por Gabriela Michetti como su acompañante u importar una figura de otro sector político. Macrí ya declaró que “no irá en busca de un radical”, aunque esa opción aún no está descartada. El Jefe de Gobierno porteño siempre coqueteó con el ex gobernador de Santa Fe Carlos Reutemann.
Macri había declarado que “sería un lujo tener a Carlos Reutemann como vice”.
En el oficialismo la incógnita pasa por saber si ese puesto será designado a dedo por la presidente Cristina Kirchner. Esa determinación podría interpretarse como un mensaje de poder. Claro que la decisión no se interpretará de igual modo para Daniel Scioli que para Florencio Randazzo. El ministro de Interior y Transporte es cercano a CFK y acatará sin problemas la designación. En la vereda de enfrenta la decisión podría analizarse como una forma elegante de marcar la cancha.
Cristina aprieta: podría definir a dedo al vicepresidente de sus candidatos.
Sergio Massa es una incógnita difícil de revelar. La incorporación del gobernador de Córdoba, José de la Sota, fortaleció el frente electoral, pero en la última semana se acrecentaron las versiones de una supuesta candidatura a gobernador que podría cambiar el mapa político. En ese caso el PRO y el FPV saldrán a la caza del caudal de votos que se quedaron sin su candidato. Por ahora el pedido de Massa de ir a una interna con Macri no prosperó y parece difícil que lo haga. El ex intendente de Tigre resiste, aunque ahora parece haber despersonalizado la campaña.
La disputa en la provincia de Buenos Aires
En este sentido a Mauricio Macri y Sergio Massa les surge un interrogante que Daniel Scioli parece tener más resuelto. ¿Cómo captar el voto del distrito que representa el 39% del electorado del país?
En el PRO saben que la figura de su candidata en la provincia, María Eugenia Vidal, no es mala aunque sus doce puntos de intención de voto aún no son suficientes. El objetivo es llegar a la línea de los 20 puntos y el ideal es alcanzar un soñado 25%. La campaña de Vidal en la provincia sirvió para alimentar el crecimiento de la imagen de Macri allí. El líder del PRO cuenta con una intención de voto superior a los 30 puntos. Un número para nada despreciable.
Vidal en una visita a Lanús.
En el Frente Renovador la realidad no es la mejor. El episodio de violencia entre el candidato a gobernador por ese espacio, Francisco De Narváez, y un periodista que realizó una nota agraviante sobre el empresario generaron malestar el partido. A esto se suma que los intendentes que acompañan a Sergio Massa temen perder su elección. Se trata de Luis Acuña (Hurlingham), Gabriel Katopodis (San Martín) y Joaquín De la Torre (San Miguel), que ven amenazado su mandato en manos de la propuesta del FPV.
De Narváez está preocupado por la repercusión política de su ataque a un periodista.
El kirchnerismo parece ser el espacio con mayor soltura política en estas tierras. Es que a pesar de que aún no se hizo caso a la orden de Cristina Kirchner de presentar sólo dos candidatos, las propuestas de Aníbal Fernández, Julián Domínguez y Fernando Espinoza acompañarían a las formulas presidenciables de Daniel Scioli y Florencio Randazzo. Cualquiera de los tres pre candidatos cuenta con los votos de aquellos que estén contentos con la actual gestión del gobernador de la provincia.