Cuando todo hacía creer que Elisa Carrió podía romper su alianza con el Gobierno y provocar un terremoto político en el espacio a meses de las elecciones legislativas, la diputada, que se ausentó del Tedeum en la Catedral Metropolitana, despejó dudas a través de su cuenta de Twitter: “Yo jamás voy a romper Cambiemos”.
La diputada había encendido las alarmas del gobierno luego de exigirle al propio Mauricio Macri que remueva de su cargo a la subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Majdalani, a quien acusó de ejercer espionaje en su contra. Carrió explicó que fue fotografiada en un viaje secreto a Paraguay, a donde se dirigió para buscar datos de una investigación que podría tocar de cerca a Aníbal Fernández.
“No puedo creer que el Presidente la sigue sosteniendo...No sé qué voy a hacer si la sigue sosteniendo”, dijo Carrió ayer con un tono amenazante que alarmó y molestó, de sobremodo, al Gobierno. Incluso, varios integrantes del Gabinete nacional la llamaron para calmar las aguas y pedirle que tenga mesura.
“Tendrá una agenda cargada “, ironizó Marcos Peña al ser consultado sobre los motivos por los cuales Carrió se ausentó de la misa, la misma en la que estaba presente Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia y, tal vez, el enemigo principal de Carrió.
Silvia Majdalani, apuntada por Carrió.
Minutos después de la declaración de Peña llegó el tweet de Carrió. “Todos los que hablan de ruptura son los que quieren debilitar al presidente y yo no me voy a prestar a eso”, agregó la diputada con un mensaje conciliador pero desafiante a la vez.
Es que un tercer mensaje, podría ser interpretado como un nuevo mensaje hacia el Presidente en un pedido (la salida de Majdalani) que promete nuevos capítulos. “Solo que la lucha por la REPÚBLICA, la VERDAD Y LA JUSTICIA es INNEGOCIABLE”, cerró.
Lo cierto es que para cerrar definitivamente la herida que las declaraciones de Carrió provocaron en el Gobierno, la diputada y el Presidente deberán verse las caras a solas en un encuentro en el que deberán dirimir sus diferencias. Una más de la larga lista de disidencias entre ambos que involucra apellidos como el de Angelici, Lorenzetti, Arribas y ahora Majdalani.