Elisa Carrió viajó en dos oportunidades a Paraguay en abril y mayo con la finalidad de recolectar pruebas para reforzar la denuncia en contra de dos empresarios vinculados a Aníbal Fernández a quienes la diputada acusa por presunto lavado y contrabando.
La diputada tiene en la mira a Aníbal Fernández.
Los apuntados son los empresarios Lucas Ganceraín y Guillermo Misiano. El primero es un contador que ocupó distintos cargos públicos, siempre bajo la órbita del ex jefe de Gabinete kirchnerista. El segundo, por su parte, figura como presidente en una empresa que emplea a Ganceraín.
Ganceraín, uno de los involucrados en la historia de contrabando y lavado.
Ambos empresarios tienen el control de los puertos en la hidrovía del Paraná, y según Carrió, por esa vía se montó un mecanismo de contrabando y lavado de dinero.
En concreto, en la denuncia que Carrió realizó en noviembre de 2016, detalla que tras dejar el poder, Ganceraín reapareció como empleado de la sociedad “PTP WARRANT SA”, empresa dedicada a operaciones portuarias, almacenamiento y transporte pluvial que operó "las terminales y controló las actividades portuarias en esta hidrovía y desplegó su actividad sin control alguno, hasta el Puerto Villeta, en la ciudad de Asunción".
Misiano, otro de los nombres involucrados en la denuncia.
En tanto Misiano figura como accionista de PTP WARRANT y empleado de "PONAL TERMINALES PORTUARIAS SA". Ambas firmas, tal como destacó Carrió en su denuncia, tienen las mismas siglas pero los CUIT son diferentes.
La denuncia también apunta contra otra firma denominada “Gregser”, investigada en Paraguay, que funcionaría como “proveedor de logística” de PTP WARRANT.
Carrió apuntó contra tres firmas.
Estas compañías consiguieron la explotación exclusiva del puerto de Villeta, Paraguay, uno de los más importantes de ese país. Así lograron el control del corredor hídrico Paraná-Paraguay, a través del cual según Carrió se traficaba nitrato de amonio y soja.
Un dato curioso es que de acuerdo a la información dada a conocer por la diputada, existen viajes realizados por directivos de PTP WARRANT a Paraguay en el avión privado de Lázaro Báez, el mismo que se incendió y que el empresario detenido en Ezeiza habría utilizado para transportar bolsos con millones de dólares.