29 Agosto de 2016 09:41
La madre Alba, jefa del convento de General Rodríguez donde José López intentó esconder bolsos con 9 millones de dólares, "no se encuentra en condiciones psicofísicas para enfrentar un proceso penal”.
Así lo determinó la junta médica que analizó el estado de salud de la religiosa de 95 años, cuyo rol en la causa era investigado por la Justicia.
La hermana Alba no podrá atravesar el proceso penal.
Esta mañana, el juez federal Daniel Rafecas recibió de parte del médico forense Maximilano Luna, el neurólogo forense Osvaldo Fontinoni y la psicóloga forense, Adela Orggatti el resultado de la serie de exámenes realizados sobre la hermana.
Los tres coincidieron en que la hermana Alba necesita "asistencia permanente" porque "se encuentra desorientada, particularmente en tiempo". Por otro lado precisaron que "el conocimiento de hechos concernientes a sí misma se mantiene, pero es parcial, fragmentado e incompleto". En concreto los médicos creen que la religiosa no podía tener certezas sobre el accionar de López y menos aún ser cómplice.
La junta médica determinó que la hermana "está desorientada".
La Junta precisó, según difundió el Centro de Información Judicial, que la religiosa "no se encontraría en condiciones de declarar con discernimiento o introspección razonables, ni poseería cognición suficiente para comprender y poder interactuar coherentemente".
López fue detenido en el convento de General Rodríguez.
En los primeros días de agosto, Rafecas recibió el informe del Cuerpo Médico Forense sobre el estado de salud de Alba. En el escrito se determinó que era inimputable y que no estaba en condiciones de afrontar un proceso penal. Ante esto, y tras información de que la hermana es clave porque según las pericias en los celulares es la que habló con López y su esposa en la madrugada de la detención del exfuncionario K, el fiscal Federico Delgado reclamó otra junta médica, cuyo resultado se conoció hoy.
