Contradicciones y datos reveladores arrojan el análisis de las fotografías del operativo y el informe interno que Gendarmería le entregó esta semana a la fiscal Silvina Ávila, quien investiga la desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Los participantes del operativo incurrieron en varias contradicciones.
En los fragmentos de la documentación que publica el diario La Nación pueden encontrarse varias discrepancias sobre los ocho minutos claves del hecho.
En las imágenes, por ejemplo, puede verse regresar a sólo a uno de los 11 gendarmes que avanzaron hasta el río persiguiendo a un grupo de mapuches entre los cuales habría estado Maldonado.
La imagen de Echazú volviendo del río con el rostro sangrando (Foto: La Nación).
El efectivo en cuestión es el subalférez Emmanuel Echazú, a quien puede verse con su escopeta Batán y herido en el pómulo. Según el testimonio de varios de sus compañeros, recibió el impacto de una piedra antes de ingresar al lof.
Echazú supuestamente impactado antes de ir al río.
Sin embargo, una fotografía tomada varios minutos antes de su regreso al río lo muestra tomándose la parte superior del casco con una mano, más no el rostro. Así, surge el interrogante de si Echazú no fue lastimado dos veces en vez de una.
Yáñez, sin la escopeta de Echazú.
Otras imágenes muestran también herido al cabo primero Ernesto Yáñez, el hombre a quien según Echazú entregó su arma de balas de goma. Sin embargo, Yáñez no tiene la escopeta en ninguna de las fotografías.
Disparos y piedras
Si hay una coincidencia en el relato de los gendarmes que llegaron a la ribera. Ramón Vera, Juan Pelozo, Darío Zoilán, Alejandro Gómez, Mario Leguizamón, Julio Segovia, Cecilio Fernández, Orlando Yucra, Damián Coronel, Neri Robledo y Echazú señalan que fue Pelozo el que gritó "acá hay uno" ante lo cual varios pudieron ver a uno de los manifestantes prendido a una rama.
Es allí cuando Zoilán admitió haber efectuado dos disparos a una sombra que se movía en el río "sujetándose a las ramas de los sauces".
En este punto, el mapuche Matías Santana afirmó haber escuchado al menos seis o siete disparos y atestiguar cómo los efectivos golpeaban a Maldonado. Además, agregó que uno de sus compañeros aseguró a ver visto a "Santiago agarrado de una rama, agachado y a los gendarmes atrás disparándole".
Robledo, mientras tanto, confesó haberle tirado una pedrada en la espalda a uno de los manifestantes que, según él, logró cruzar el río junto al resto de los manifestantes.
Llamativamente, la gendarme Yanina Saldaño, quien debía filmar y fotografiar el operativo, declaró no haber podido cumplir su tarea a la vera del río porque se le había encargado la vigilancia de Claudia y Ailyn Piliquiman, las mapuches a cargo de la guardia del lof. Esa fue su excusa para que no exista registro de gran parte de la acción de los gendarmes.