Los dos únicos detenidos tras la represión de la Prefectura Naval el sábado en el predio de Villa Mascardi donde murió el joven Rafael Nahuel declararon anoche ante el juez federal Gustavo Villanueva. Se trata de Fausto Jones Huala y Lautaro Alejandro González, quienes se encontraban en el terreno que el jueves pasado había sido desalojado por la Policía Federal. Continúan detenidos y comenzaron una huelga de hambre para exigir la libertad.
La Justicia federal investiga dos causas: la primera, vinculada a la usurpación del predio en Villa Lago Mascardi, a unos 35 kilómetros del centro cívico de Bariloche. La segunda es el expediente caratulado “NN sobre muerte de causa dudosa”, que busca dilucidar de qué manera y en qué contexto murió el joven mapuche Rafael Nahuel el sábado por la tarde, luego de que la Prefectura ingresara al predio que había sido desocupado dos días antes.
El joven Rafael Nahuel tenía 22 años y fue asesinado el sábado.
Nahuel murió tras ser alcanzado por una bala de calibre .9mm que partió del revólver de uno de los uniformados. La autopsia determinó que el proyectil ingresó por el glúteo izquierdo, en sentido ascendente, y que quedó alojado en el tórax.
Desde un primer momento, el juez Villanueva habló de un “enfrentamiento” con el grupo Albatros de la Prefectura, versión que luego fue ratificada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y negada por la comunidad mapuche. Esta mañana, el presidente Mauricio Macri aseguró: “Nuevamente hemos visto a grupos minoritarios que quieren llevarnos a la agenda de la violencia”.
Jones Huala es el hermano del lonko mapuche Facundo Jones Huala, detenido en la ciudad de Esquel, a la espera del juicio de extradición a Chile. Junto a González comenzaron una huelga de hambre. La abogada que los defiende, Sonia Ivanoff, le dijo a BigBang que ayer el juez Villanueva los indagó por la causa que investiga la muerte de Rafael. Por eso, cree que el magistrado los “involucró a los dos en la muerte” del joven y que está buscando “chivos expiatorios”.
Ivanoff presentó un pedido de excarcelación que podría ser resuelto en las próximas horas. “Ellos dijeron que los proyectiles rebotaban en los coihues”, aseguró la letrada. En un comunicado emitido el domingo por la tarde, el Ministerio de Seguridad aseguró que “frente a los disparos de armas de fuego por parte del grupo violento” los albatros respondieron “cubriéndose con disparos de fuego intimidatorios siempre en dirección hacia los árboles y no en dirección a los atacantes”.
El hermano de Facundo Jones Huala también fue detenido en los operativos del sábado.
Sin embargo, la defensa de los dos jóvenes mapuches detenidos asegura que no había armas de fuego en el interior del predio de Villa Mascardi y señaló que el acta judicial menciona cuchillos, piedras y onda de revoleo. “No hubo un enfrentamiento, porque la ley habla de fuerzas equiparadas”, explicó Ivanoff a BigBang.
La indagatoria a la que fueron sometidos Huala y González concluyó anoche, a la 1:30 de la madrugada. Según la abogada, “el interés (del juez) no era saber de la ocupación legítima, a ver si existían elementos probatorios, sino las circunstancias de la muerte de Rafael”. Según publicó el sitio web Río Negro, el magistrado les consultó “cómo fue el hecho” y si “abandonaron el cuerpo en el asfalto”. Para la abogada, esas consultas apuntan a la búsqueda de “chivos expiatorios”.
El juez Villanueva le tomó indagatoria a los detenidos anoche, hasta la 1:30 de la madrugada.
El expediente en manos de Villanueva se encuentra bajo secreto de sumario, por lo que se desconoce si el magistrado ya identificó al autor del disparo que mató al joven mapuche, ni si ya se les tomó declaración a los cuatro integrantes del grupo Albatros que formaban parte de la patrulla que reprimió el sábado.
Ivanoff detalló además que los dos detenidos, que comenzaron la huelga de hambre, no se encuentran en buen estado anímico. “Debieron improvisar una camilla, atar el cuerpo de Rafael, gritarle a los prefectos que no dispararan, para preservar el cuerpo. Cuando bajaban de la montaña recolectaron un casquillo de 9 mm que era el que tenía incrustado. Es una de las pruebas y fue aportado a la causa”, puntualizó la letrada.