Esta semana se cumplen cinco años desde que salió a la luz la causa cuadernos por la que se implica, entre otros, a la vicepresidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner por supuestas coimas. Durante todos estos años, la causa se basó en la investigación de cuatro cuadernos a los que el juez Marcelo Martínez de Georgi nunca pudo acceder porque los peritajes se hicieron siempre con copias de muy alta definición.
Sin embargo, la causa tomó un rumbo diferente cuando el mismo Martínez de Georgi ordenó que se hagan debidas pericias sobre los famosos cuadernos ante una denuncia del empresario Armando Loson, también implicado en la causa. Todo apunta a que las únicas pruebas que sostienen la causa habrían sido adulteradas.
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Frente a esto, Carlos Beraldi y Ari Llernovoy -abogados de Cristina- pidieron que la investigación sobre la adulteración de las pruebas sean tenidas en cuenta para sobre todo: “Arribar a la verdad objetiva y esclarecer tanto los hechos aquí imputados como las circunstancias que rodearon la génesis de este proceso”, porque no habrán pruebas que impliquen a Fernández de Kirchner en supuestas coimas.
Las adulteraciones de los cuadernos
Las sospechas dan comienzo tras un peritaje de la Policía Federal que como resultado revelaron que habían sobre-inscripciones en los textos que escribió Oscar Centeno, amigo cercano de Jorge Bacigalupo, el ex policía que entregó los cuadernos fotocopiados al fiscal Carlos Stornelli.Desde esa punta de la investigación se peritaron dos veces más los cuadernos: una fue privada, ordenada por el grupo Albanesi y la otra la realizó la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). El resultado fue contundente, los cuadernos fueron adulterados, pero lo que nadie se imaginaba era el tenor del manoseo de las pruebas.
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Por un lado, desde la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA se sometieron las pruebas a un análisis lingüístico que dio como resultado que Centeno no habla con cierta terminología (el léxico y la sintaxis), por lo que se concluye que alguien le habría estado dictando el contenido de los textos.Los resultados de la pericia que ordenó Albanesi fueron todavía más escandalosos: los manuscritos presentan 1600 adulteraciones. Y hay más: “Varias manos autoras y un cambio en la velocidad de la escritura con la que se escribieron los primeros cuadernos y los últimos, que son los que aluden a entregas de dinero”.
Pidieron que se incluyan los nuevos peritajes a la causa
Así lo pidió la vicepresidenta a través de un escrito firmado por los abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy dirigido al Tribunal Oral Federal (TOF) 7, en el que reclamaron que se incorpore a la prueba la pericia realizada en el marco del expediente que tramita ante el juez Martínez de Giorgi. El planteo tiene por objetivo incorporar el peritaje que analiza las escrituras atribuidas al ex chofer del Ministerio de Planificación Federal.El estudio caligráfico fue realizado por orden del juez en el marco de un expediente iniciado por una denuncia de un empresario que dijo que su nombre había sido agregado en los cuadernos por una mano distinta a la de Centeno. El estudio a cargo de la División Scopometría de la Policía Científica confirmó lo que planteaba el denunciante y determinó que el ex policía Jorge Bacigalupo, que tuvo bajo su custodia los cuadernos antes de que el tema llegara a la Justicia, había escrito en ellos.
Los abogados de la vicepresidenta señalaron que "corresponde" que se oficie al Juzgado N° 8 del fuero, "a efectos de que remita copia de los estudios periciales antes referenciados". En concreto, Beraldi y Llernovoy reclamaron que se incorporen como pruebas "la experticia practicada por la División Scopometría de la Policía Científica de la Policía Federal Argentina, que determinó que Jorge Bacigalupo efectuó correcciones y sobreinscripciones en los referidos 'cuadernos', modificando nombres y fechas allí consignados".
También solicitaron que se requieran copias del "estudio elaborado por expertos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que estableció que en la confección de los 'cuadernos' peritados intervinieron distintas personas y que el lenguaje utilizado en muchos de sus pasajes no se corresponde con el propio de Centeno, lo cual evidencia que tales tramos fueron dictados por terceros".