El viernes a la noche, el empresario y principal accionista del Grupo América, Daniel Vila, recibió otro duro golpe por parte de una de las principales figuras de su canal, la periodista y conductora Viviana Canosa. Luego de que el también accionista de Edenor le prohibiera emitir un crítico informe por el escrache a Sergio Massa, ella filtró a través de un hilo de Twitter que junto a su equipo de trabajo tuvieron "diferencias con el canal en cuanto a la noción de libertad de expresión".
"Lo he manifestado en cuanta oportunidad se me ha presentado. Esto no tiene nada que ver con él, ni me pidió nada al respecto. La no emisión de escraches aplica de la misma manera, tanto para Patricia Bullrich, Ginés (González García) o cualquiera de los injuriados. La decisión de que el programa de Canosa no esté al aire es de Canosa", se defendió Vila durante una entrevista del sitio Infobae.
Con un botón pa' muestra tengo bastante
El tango de 1930 Contramarca ya tenía esta definición. Para muestra, alcanza un botón. Y en este caso, hay tantos que sería imposible reproducirlos. Las señales del Grupo América dieron difusión de todos los escraches que sufrieron funcionarios y políticos en los últimos años.Como se marcó más arriba, los dos rivales de Massa en la elección de 2015 fueron víctimas de escraches en 2017. También lo fue el entonces ministro macrista Nicolás Dujovne dos años después. Es más, a fines del año pasado el gobernador santafesino Omar Perotti fue expulsado de una marcha por la inseguridad en la ciudad de Rosario, en la cual también echaron al intendente local Pablo Javkin. También para la misma época el jefe de Gabinete nacional, Juan Manzur, recibió agresiones públicas en la puerta de su casa.
Todos estos hechos de público conocimiento fueron difundidos por las señales del Grupo América, todos sin excepción. Lo que expone de forma evidente que los argumentos brindados por Vila son puras mentiras que esconden su verdadera intención, proteger a los suyos por delante de cualquier verdad objetiva.
Voy a tomar un trago de cloro para pasar este momento
El programa de Canosa fue desde el comienzo un espacio cargado de polémicas. Desde diferentes lugares le pidieron a la señal levantar el ciclo luego de que la conductora supuestamente bebiera en vivo dióxido de cloro, ese químico que muchas personas defendieron como mágico ante el Covid-19, y que terminó con la vida de un niño en la provincia de Neuquén, el cual lo ingirió porque su familia "lo vio en la tele". Esto inclusive motivó que Mariano Mansilla, diputado neuquino del Frente de Todos, denunciara a la mediática por anunciar que tenía una cura contra el virus.
Este hecho gravísimo, cuestionado por todos los medios, no fue motivo de alerta para los directivos del canal. Es más, situaciones como esta influyeron en el crecimiento del rating y de su instalación en la televisión, haciendo homenaje a una de las máximas del marketing de que no existe la publicidad mala, solamente la publicidad.
A la militancia antivacunas se le sumó también su expreso ataque al gobierno nacional. La conductora no sólo insultó y denigró a todos los funcionarios del Frente de Todos, sino que incluso llegó a preguntarle a Mauricio Macri en el mano a mano que mantuvieron en mayo de este año (y que fue transmitido por el canal) cómo hacer para "sacar al kirchnerismo a patadas en el culo". En línea, claro, con los editoriales en los que desde hace más de un año insta al "pueblo" a "levantarse contra el Gobierno".
Aunque esta lógica no aplica para todos, fundamentalmente para Vila, quien viene de recibir un golpe tras otro, ya que en las últimas semanas un dictamen del INADI certificó la violencia laboral en el canal y además recibió una denuncia por amenazas por parte del periodista Jorge Rial.
La censura que sufrió el programa de Viviana Canosa la semana pasada, pasará a la historia como otra mancha enorme más en el oscuro historial de Daniel Vila.