En el ámbito político argentino, el peronismo vive momentos de tensión y expectativa ante la posibilidad de una recomposición interna que podría definir el rumbo de las próximas elecciones. La relación entre Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y Axel Kicillof, las dos figuras centrales del kirchnerismo, está marcada por desencuentros recientes, especialmente tras el anuncio del gobernador bonaerense sobre el desdoblamiento de la elección local.
Sin embargo, gestos recientes sugieren que una unidad podría ser posible, lo cual sería crucial para enfrentar al adversario común: Javier Milei. CFK, líder del Partido Justicialista a nivel nacional, convocó a un grupo de intendentes durante la noche del último miércoles donde subrayó la importancia de preservar la unidad del peronismo.
En un giro inesperado que pondrá triste a los más opositores del espacio peronista, instó a no confrontar con Kicillof, destacando que "el enemigo es el presidente Javier Milei, no el mandatario provincial". La ex presidenta enfatizó la necesidad de "ganar la provincia" y pidió hacer "todo lo posible" para mantener esa unidad. Este mensaje fue escuchado atentamente por Máximo Kirchner, líder de La Cámpora que sería el dirigente con quienes varios de la facción axelista estarían enemistados políticamente.
Por su parte, Kicillof también hizo un llamado similar durante un encuentro con delegados de la UOM en Mar del Plata. El gobernador bonaerense afirmó que "la unidad nos tiene que dar fortaleza para mostrarle al pueblo que hay alternativa de miseria, hambre y entrega", reiterando que "el adversario es uno solo, el gobierno de Milei", palabras calcadas de la ex presidenta de la Nación.
Por su parte, el massismo, representado por Juan Manuel Cheppi en Mar del Plata, mostró señales de alineamiento territorial al acompañar a Kicillof en la entrega de móviles y motos policiales, sugiriendo un intento por bajar la tensión y fomentar la unidad.
En este contexto, Mariel Fernández, intendenta de Moreno, aportó su perspectiva en una entrevista con Futurock. Fernández expresó: "Tengo buena relación con Axel, además por una cuestión de trabajo también tenemos que seguir hablando porque la gente no tiene la culpa de lo que está pasando".
La intendenta destacó la voluntad de Fernández de Kirchner para garantizar un triunfo en la provincia de Buenos Aires, afirmando: "Me asombro de la paciencia, del análisis sin enojo porque tendría muchos motivos para enojarse y, sin embargo, está pensando cómo se puede garantizar un triunfo en la provincia".
Fernández también se refirió al gobierno bonaerense: "Pareciera que el gobierno bonaerense tomó una definición que espero que se pueda seguir trabajando y que se entienda que tenemos que ir todos juntos". A pesar del desdoblamiento electoral, la intención es mantener el diálogo para lograr una unidad... más claro, echale agua.
CFK, como conductora del movimiento, cree firmemente que la elección debe ser concurrente, una postura compartida por Fernández. La intendenta concluyó: "Si no es de esa manera, a pesar de eso, quiere que vayamos todos juntos", repitió como un mantra.
La prueba de fuego definitiva de estos gestos hacia la unidad se verá en el tratamiento del proyecto de ley enviado por Axel Kicillof a la Legislatura provincial para suspender las PASO. El desenlace de esta situación será clave para definir si el kirchnerismo que conduce Cristina Fernández de Kirchner logra presentarse unido ante las próximas elecciones y enfrentar al gobierno de Javier Milei con fuerza consolidada.