Caputo Hermanos compró 207.546 dólares con la plata que el Estado le dio para el pago de sueldos durante la pandemia por COVID-19 a través del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción (ATP). Estos movimientos que hicieron entre abril y septiembre de 2020, los detectó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y los denunció por la maniobra. De esta manera, logró un embargo contra la empresa para recuperar más de dos millones de pesos que utilizaron para su propio beneficio. Sin embargo, no respondieron y no devolvieron los miles de pesos.
El embargo fue dispuesto por el juez Esteban Furnari, a cargo del Juzgado Contencioso Administrativo Federal N 2 y es por 2.049.564 pesos más otros 614.900 pesos en accesorios, aproximadamente lo que Caputo Hermanos recibió de parte del programa de asistencia. De acuerdo a lo difundido por El Destape, la empresa que manejan Flavio Nicolás Luis Caputo y Hugo Luis Pascual Caputo (hermanos de Luis “Toto” Caputo y primos de Nicolás Caputo, ministro y hermano de la vida de Mauricio Macri respectivamente) recibieron ayuda del Estado para el pago de sueldos y con lo que se ahorraba compraba títulos en pesos y los vendía en dólares, lo que se conoce como dólar MEP.
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Eso estaba prohibido: la ayuda del Estado a las empresas durante la pandemia tenía entre sus requisitos que no se compraran dólares. La AFIP detectó que mientras la familia Caputo era ayudada por el Estado a pagar los sueldos de su empresa compraron 207.546 dólares a través del dólar MEP, que consiste en comprar un título en pesos y venderlo luego en dólares.
La AFIP, organismo que conduce Carlos Castagnetto, detectó la maniobra de Caputo Hermanos en 2021, se lo reclamó a la empresa pero no obtuvieron respuesta. Luego, iniciaron una demanda judicial en la que ahora logró este embargo para que la familia Caputo devuelva el dinero. “¿Caputo Hermanos podía comprar dólares si recibió ATP? No. Si quería hacerlo tenía que devolver la plata que recibió del Estado. ¿Lo hizo? No. Según los registros oficiales, Caputo Hermanos no figura entre las empresas que devolvieron el aporte que hizo el Estado”, escribió Lijalad.
La maniobra por este grupo que en su momento transfirió más de ocho millones de pesos al violento grupo antiK “Revolución Federal” fue detectada de la siguiente manera: primero, Caputo Hermanos se presentó ante la AFIP para pedir ayuda al Estado para el pago de sus sueldos en los primeros meses de la pandemia (la firma se dedica a grandes obras de infraestructura). Por entonces, el Gobierno nacional había lanzado el programa ATP, cuyo objetivo era sostener los puestos de trabajo en las empresas que tuvieran una baja en la facturación producto de la pandemia. De esta manera, el ATP consistía en que el Estado pagara una parte del sueldo de los trabajadores, con un máximo de 33.750 pesos por sueldo, dinero que las empresas se ahorraban.
El programa ATP funcionó porque el Estado ayudó a más de 250.000 empresas a pagar los sueldos de cerca de 3 millones de trabajadores en plena pandemia. Pero hubo algunas empresas que se aprovecharon de la situación para ahorrarse sumas millonarias cuando no lo necesitaban. La situación la reveló El Destape, cuando publicó que Clarín y Techint recibían esa ayuda del Estado cuando no lo necesitaban, repartían ganancias y operaban a través de guaridas fiscales.
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Se demostró que Carlos Eduardo Bacher, CEO de Techint Construcciones, cobró parte de su sueldo por parte del Estado en el marco del Programa ATP luego de despedir 1.450 trabajadores en plena pandemia. El caso fue conocido porque el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, calificó a estos empresarios de “miserables”.
En mayo de 2020, una investigación periodística de Ariel Lijalad generó una reacción en el Gobierno, que modificó las condiciones para que las empresas accedieran al programa ATP. Si querían ayuda del Estado se puso como condiciones que no repartieran dividendos, no recompraran acciones propias, no compraran dólar en ninguna de sus variantes (incluido el dólar MEP) y no operaran a través de guaridas fiscales.
“Eran requisitos razonables: si una empresa podía repartir ganancias o comprar dólares no necesitaba de la ayuda del Estado. Por esos días también se puso un límite a los sueldos que podían incluirse en la nómina de trabajadores que recibían el depósito estatal en su propia cuenta, sin pasar por la de la empresa”, explicó Lijalad.
Ahora bien, gracias a esa investigación de hace tres años, que exponía que las empresas de Techint y Clarin que también se aprovecharon de esta política para “repartir ganancias y tener cuentas offshore”, el Gobierno logró que decenas de empresas, entre ellas Techint, devolvieran miles de millones de pesos que pudieron utilizarse para los gastos de salud que insumió la pandemia. Pero, Clarín nunca devolvió nada y tampoco Caputo Hermanos.