La sesión que aprobó la reforma previsional fue tan bochornosa como la violencia registrada en las calles. Dentro del recinto hubo chicanas, insultos y descalificaciones para todos los gustos. Del fuerte cruce entre Elisa Carrió y Agustín Rossi, al "cacerolazo" de Victoria Donda, todas las perlitas de una sesión escandalosa.
Carrió vs Rossi
La diputada por la Ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió, se levantó del recinto cuando el diputado por Santa Fe, Agustín Rossi, tomó la palabra. El representante del Frente para la Victoria le gritó entonces: "Te hubieses ido cuando trabajabas para la dictadura en el Chaco", a lo que ella le respondió tirando besos.
La insólita pregunta de Carrió
Acababan de terminar las juras de un reducido grupo de diputados que no se encontraban presentes diez días atrás. El legislador por Santa Cruz, Juan Benedicto Vázquez, juró, entre otras cosas, por “los jubilados”. Ni bien terminó el acto administrativo, Carrió pidió una interrupción para una consulta.
“¿Se puede jurar por los ex maridos también?”, lanzó, irónica, la diputada de Cambiemos. A la mirada sorprendida del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, se le sumó el rechazo de gran parte de la oposición. Instantes después fue el diputado por el Frente para la Victoria-PJ y jefe de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, lanzó una dura crítica.
El "cacerolazo" de Donda
En plena sesión la diputada Victoria Donda sacó una cacerola y, en sintonía con lo que ocurría en las esquinas porteñas, inició un cacerolazo en el Congreso como forma de protesta ante el avance de la reforma previsional. “Espero que el gobierno no sea sordo y escuche lo que está pasando en la calle y evite aumentar el número de pobres en este país”, afirmó la diputada.
El papelón de Alfredo Olmedo
El diputado salteño Olmedo volvió a dar la nota en la sesión de ayer, mientras se trataba la reforma previsional: se paró para homenajear a un policía muerto en las manifestaciones. "Me pongo de pie. ¡Acaba de morir un policía y me pongo de pie!", exclamó. Los demás legisladores le decían a los gritos que no había muerto nadie, pero él seguía. "¡Cómo que no! ¡Está en todos los medios! Yo lo escuché". Nada de eso había ocurrido.
Se equivocó y votó a favor
Carolina Moisés, diputada por Jujuy, quiso votar en contra, pero se equivocó de botón y emitió un voto favorable a la reforma. De inmediato, la legisladora se dio cuenta de su error y solicitó al presidente de la Cámara poder revertir el número. Emilio Monzó dio lugar al pedido y se modificó el número final con el que se convirtió en ley el polémico proyecto: 128 a favor, 116 en contra y dos abstenciones.