Grieta, herencia, década ganada y un resultado electoral ajustado. Las elecciones en los Estados Unidos, especialmente lo que pasó después del triunfo del magnate Donald Trump guardan ciertas similitudes con lo ocurrido en la Argentina el año pasado, cuando Mauricio Macri ganó con poco más del 51 por ciento de los votos frente al candidato del kirchnerismo, Daniel Scioli. Sin embargo, y si se tiene en cuenta cómo fueron los días posteriores, hay diferencias centrales.
Al salir de Olivos, el día en que se reunió con Cristina Kirchner, para "acordar" la transición.
REUNIÓN ABIERTA VS. MISTERIO Y HERMETISMO
El miércoles pasado por la tarde, Trump y Barack Obama se reunieron por primera vez tras conocerse el resultado de los comicios. Apenas habían pasado unas pocas horas desde que la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, había reconocido la derrota. Sin embargo, allí se reunieron el mandatario saliente con el electo, en un encuentro abierto a la prensa, donde de todos modos no hubo preguntas.
El encuentro fue primero a puertas cerradas, pero luego hubo lugar para una foto conjunta. Muy distinta fue la historia en la Argentina. Días después de ser electo, Macri fue a la Quinta Presidencial a reunirse con Cristina Kirchner, pero el encuentro fue cerrado y apenas hubo unas pocas palabras apresuradas de Macri a la salida: no hubo foto conjunta. “No valió la pena”, resumió el presidente tras esa reunión.
TRASPASO ORDENADO VS. “PRESIDENTE CAUTELAR”
Si un dato de color más que llamativo tuvo la transición de Cristina Kirchner y Mauricio Macri fueron las 12 horas en las que el jefe de Estado de los argentinos fue el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.
El desorden de la transición, las diferencias en la organización y las críticas desde el kirchnerismo hacia el macrismo y viceversa impidieron un pase de mando tal como lo marca la Constitución. "Nunca en mi vida vi un presidente cautelar", había dicho antes la ex presidenta.
En los Estados Unidos no pasará nada de eso. El 20 de enero Trump recibirá el mando de manos de Barack Obama. De hecho, fue el propio Pinedo el que días atrás aseguró que le hubiera gustado “una foto de Macri y Cristina como la que habrá con Obama y Trump”.
APOYO Y ACOMPAÑAMIENTO VS. CRÍTICAS Y OPOSICIÓN
La ex presidenta argentina se ubicó en un claro rol opositor. Sin embargo, esperó unos meses para hacer sus primeras reapariciones en público, tras un verano de descanso en El Calafate y Río Gallegos. Desde que reapareció con su primer acto, fue más que crítica de los meses de gestión macrista; a diferencia de lo que prometieron Trump y Obama.
Trump sostuvo que buscará recibir "consejos" de Barack Obama durante su mandato.
En el encuentro de la semana pasada en la Casa Blanca, Obama sostuvo que harán todo lo posible para que Trump “tenga éxito”, y aseguró que se sintió “aliviado” tras el encuentro. Trump, incluso, indicó que convocará al presidente saliente para “recibir sus consejos” en el futuro.
MARCHAS EN LA CALLE VS. ACTO EN PLAZA DE MAYO
En varias ciudades de los Estados Unidos hubo marchas y protestas masivas que terminaron con incidentes tras las elecciones. Durante toda la semana hubo protestas en Washington y California. En Seattle, hubo cinco personas que resultaron heridas luego de que un hombre abriera fuego cerca de una de las protestas contra Trump.
Esta semana hubo varias marchas en distintas ciudades estadounidenses contra Trump.
La historia fue muy distinta en la Argentina. Si bien desde el kirchnerismo hubo miles de críticas hacia Macri, no hubo protestas contra su elección en las calles. Sí hubo un “acto de despedida” a Cristina en la Plaza de Mayo, el 9 de diciembre. Allí, la ex presidenta se “despidió” de su mandato.
“Que Dios ilumine a toda la dirigencia argentina, a los que tendrán la responsabilidad de conducir este país, que cuiden a todos los argentinos”, remarcó. Y hasta se prometió la chicana por la finalización de su mandato doce horas antes de lo previsto: “Tengo que ir terminando, miren que a las 12 me convierto en calabaza”.
ASUMIR LA DERROTA
Otra de las diferencias que marcarán la transición entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner, de Barack Obama y Donald Trump fue el modo en que los derrotados en las elecciones asumieron las caídas.
En el caso de Daniel Scioli fue el mismo día del ballottage, en la noche del 22 de noviembre del año pasado. Hillary Clinton, la candidata demócrata, esperó al día siguiente: antes mandó a sus seguidores a dormir.
Pero también distinta fue la reacción de los mandatarios. Mientras que Obama se comunicó casi de inmediato con el presidente electo, Cristina esperó dos días y lo felicitó personalmente en el encuentro que mantuvieron en Olivos.