La semana que comienza tendrá en el centro de la escena lo que sucederá el martes con la Corte Suprema con respecto per saltum que presentaron tres jueces para evitar que se rechace su traslado. En paralelo, poco a poco también comenzará a dirimirse una de las novelas políticas de los últimos meses: el retorno a las clases de 6.500 chicos de la Ciudad que no tuvieron contacto con la escuela desde una semana antes de que se decretó la cuarentena como consecuencia de la pandemia del coronavirus (Covid-19).
Si bien en la semana habrá una serie de encuentros entre los funcionarios de la cartera de Educación y Salud de la Ciudad y Nación, el titular de la cartera educativa nacional, Nicolás Trotta, sabe que arranca la semana con la necesidad de recuperar el protagonismo interno.
Es que en el medio de rumores de cambios de funcionarios, Trotta recibió las reprimendas no sólo del presidente Alberto Fernández, sino también de la vice Cristina Fernández de Kirchner; ambas con una diferencia menor a 10 minutos. Todo sucedió el martes después del encuentro entre el mencionado funcionario, Soledad Acuña, Ginés González García y Fernán Quirós.
De esa mesa se llegó a un acuerdo, luego negado, que sostenía que el retorno tenía que ser no en espacio público abierto (plazas, parques o polideportivos) sino en los patios de las escuelas. Las autoridades nacionales instaron a las porteñas a que armen un nuevo protocolo y lo envíen. Hasta ahí nada del otro mundo.
Luego de que se filtró la noticia cuando todavía los cuatro funcionarios estaban reunidos, la bronca de Trotta fue en ascenso al no entender lo que sucedía. En ese entonces, y después de una charla muy fuerte por el tono con Acuña, se subió al auto oficial con destino al Palacio Sarmiento casi sin hacer declaraciones.
Ahí fue cuando, según reconstruyó BigBang, recibió el llamado del Presidente que le recriminó por haberse perdido la chance de poder hacer el anuncio de forma conjunta debido a que el retorno a las clases es una de las principales preocupaciones en el medio de la pandemia. La iniciativa fue que encuentre rápido una solución.
Cuando Trotta no terminaba de asimilar el pedido presidencial su celular volvió a sonar. Esta vez era Cristina Fernández de Kirchner cuyo reclamó pasó más por cómo iba a explicarle a los gremios, en especial a Ctera, la situación ya que desde el inicio del conflicto la postura del Gobierno fue la de apoyar el reclamo del gremio que es la pata sindical del kirchnerismo.
Con ese contexto, Trotta salió a negar la chance de un acuerdo y procuró remarcar de que el problema de fondo es de conectividad. “Lo que terminó sucediendo fue peor porque en el medio de una acción positiva terminamos como los malos de la película”, se quejaba el miércoles uno de los colaboradores más cercanos al jefe de Estado.
Por lo bajo niegan que Trotta pueda ser reemplazado ahora, pero no son pocos los que dicen que tiene el “boleto picado”. El timming no es menor, nadie quiere en Olivos que la lectura sea que un ministro nacional tuvo que salir eyectado en el medio de una disputa con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que hoy sumó un nuevo capítulo cuando Acuña adelantó que, en contra de la bajada nacional, tienen pensado evaluar a fin de año a los alumnos y los que no aprueben no pasarán de año.
De esta forma Trotta todavía no pudo disfrutar de todo su victoria sobre la ex viceministra, Adriana Puigross, con la que mantenía fuertes contrapuntos que terminó por acelerar su salida en lo que significó una de las pocas victorias del albertismo sobre el kirchnerismo duro.
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Con ese margen de acción acotado, Trotta se encaminaría a buscar consensuar una forma de anuncio de retorno de esos 6.500 chicos en cuestión para descomprimir la situación. Bajo la premisa de que quede como que desde ambos lados tuvieron que ceder en sus postura.