La imagen impacta. Es llamativa. Roza lo insólito por varias razones: la primera es porque en líneas generales los ex funcionarios de alto rango suelen tener una vida repleta de comodidades. Pero además, porque se trata de un dirigente que fue a cumplir con un acto público al extranjero.
Julio Cobos pasó una noche incómoda. Una demora en el vuelo que debía llevarlo de regreso desde New York a Buenos Aires lo obligó a pasar horas poco confortables. Alejado de las comodidades que solía tener en sus tiempos como vicepresidente de la Nación, y que aún conserva como senador nacional, debió dormir en el piso de uno de los aeropuertos más importantes y transitados de los Estados Unidos.
El actual senador y ex vicepresidente pasó la noche del viernes al sábado en el aeropuerto.
Todo comenzó el viernes por la mañana. Cobos regresaba de acompañar a la canciller Susana Malcorra al Comité de Descolonización de la ONU, cuyo eje central eran las Islas Malvinas y avanzar en las negociaciones. Sin embargo, y si bien el encuentro resultó en una primera instancia positivo, el regreso fue complicado.
Fuentes cercanas al senador confirmaron a BigBang que el regreso estaba previsto para el viernes por la tarde. Sin embargo, algo salió mal. El vuelo de American Airlines que debía depositarlo en tierras argentinas se demoró por razones de seguridad. El reclamo fue unánime de todos los pasajeros, pero la empresa no dio quórum y el vuelo debió ser reprogramado.
Recién despierto. Cobos se sacó fotos con un argentino que lo reconoció en New York.
Paciente, aunque incómodo, Cobos se transformó en uno más de los pasajeros que protestó. Ante la imposibilidad de enviarlos a algún hotel a pasar la noche, la empresa aérea resolvió la situación de una manera insólita: le dio a cada uno de los pasajeros una frazada y una pequeña almohada para que atraviesen la noche del reciente verano neoyorquino. Además, les otorgó 8 dólares a cada pasajero para que compren la cena.
La demora del vuelo fue de 16 horas, y recién arribó a Buenos Aires el sábado por la tarde.
En su misma situación quedó el diputado massista Guillermo Snopek, quien también había viajado a la cumbre de la ONU junto a Cobos y Malcorra. La noche debió ser atravesada entre pasajeros y el entendible fastidio por la incomodidad y las demoras. Luego de 16 horas, el sábado por la mañana, el vuelo finalmente partió hacia Buenos Aires. El senador apenas durmió unas pocas horas y entrecortado. Un sueño “no positivo”.