27 Febrero de 2018 08:40
A 48 horas del inicio formal de clases en la ciudad de Buenos Aires, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el principal gremio docente porteño, convocó a un paro para el 5 y 6 de marzo, además de jornadas de protesta que comenzarán el miércoles en rechazo a la oferta salarial del 12% sin cláusula gatillo que ofreció el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Los gremios docentes no dictarán clases lunes y martes.
La UTE decidió el plan de acción en un plenario de delegados en la sede del sindicato de telecomunicaciones (Foetra). Allí se expresó, por un lado, el rechazo al aumento salarial ofrecido y, además, se resolvió adherirse a una protesta que se realizará mañana en reclamo de paritarias libres, convocada por un sector de la CGT y la CTA de los Trabajadores.
Así las cosas, anticiparon también que se sumarán al paro convocado para el próximo 8 de marzo, el día Internacional de la Mujer.
Los gremios docentes porteños, en contra del ofrecimiento del Gobierno.
Los docentes porteños exigen una suba de 24% con cláusula gatillo, mayor presupuesto educativo y vacantes para todos los alumnos.
Pelea bonaerense
En la provincia de Buenos Aires la discusión tampoco cesa. María Eugenia Vidal convocó a los docentes a una nueva reunión el miércoles a las 12 en la sede del Ministerio de Economía provincial.
Nuevo encuentro entre las autoridades bonaerenses y los gremios docentes.
Será la tercera reunión que tendrán, luego de que fracasaran los dos encuentros anteriores. Desde el gobierno de Vidal buscan que las clases empiecen el 5 de marzo, tal como estaba previsto.
La primera oferta propuso un incremento del 15 por ciento más una suma no remunerativa de $ 6000 para aquellos maestros que asistan de manera completa durante este año y el pago de $ 4500 para los que hayan cumplido con ese objetivo en 2017. La propuesta oficial no incluía la cláusula gatillo.
Mientras tanto, desde el otro lado de la mesa de negociación, los seis gremios docentes buscan un incremento salarial de entre el 17 y el 20 por ciento y que el presentismo tenga en cuenta las licencias justificadas.
