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Política

Cómo es el estricto protocolo que Macri y Juliana deben seguir ante el emir de Qatar

El presidente se reunirá con el aristócrata esta noche, y estará obligado a no mirarlo a los ojos ni demostrarle afecto.

28 Julio de 2016 14:48
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A pocas horas de regresar de su viaje oficial a Perú, donde participó de la asunción del presidente Pedro KuczynskiMauricio Macri encarará un encuentro clave esta noche con Tamim bin Hamad Al Thani, el emir de Qatar. 

Macri no podrá mirar al emir a los ojos.

Al Thani llegó ayer a Argentina y fue recibido en el Aeropuerto de Ezeiza por la canciller Susana Malcorra. La reunión con el presidente, a realizarse en la Quinta de Olivos, tiene una meta económica puntual: aceitar y aumentar los intercambios comerciales entre nuestro país y Qatar, tercera reserva gasífera del mundo. 

Bajar la cabeza

Y para ganarse los favores del emir, Macri deberá seguir una serie de rígidas reglas protocolares. Para saludarlo, es obligatorio juntar las manos y bajar la cabeza, y cualquier demostración de afecto está vedada. El primer mandatario argentino no podrá pararse firme ni de manera rígida frente a Al Thani, ya que es una postura reservada a los miembros de la milicia qatarí. 

No debe haber sonrisas delante del emir y el presidente, que no puede mirarlo a los ojos, deberá dirigirse hacia él como "su excelencia". Nadie puede sentarse hasta que Al Thani lo autorice y debe permitírsele la última palabra en todas las conversaciones. 

La primera dama no se salva 

Juliana Awada no estará exenta del protocolo. Si bien no está obligada a usar hijab, sí debe vestir prendas que cubran sus rodillas, hombros y brazos. No puede rechazar nada que Al Thani le ofrezca y tiene prohibido tocarse el cabello: en la cultura musulmana puede interpretarse como un signo de coqueteo. 

Juliana Awada, elegante en Perú.

Así, por lo visto, la primera dama deberá evitar utilizar modelos como el que lució anoche en la cena de gala que ofreció el presidente peruano saliente, Ollanta Humala

Allí, Awada eligió un vestido hasta las rodillas y sin mangas, compuesto por una base color piel sobre la cual se extendía un tejido con brillos.