Después de haber sido trasladado al Sanatorio Los Arcos, en Palermo, por una posible arritmia, Lázaro Báez volvió a la cárcel de Ezeiza.
"No tiene una enfermedad coronaria", determinó el Cuerpo Médico Forense que por orden del juez federal Sebastián Casanello revisó al ex socio de los Kirchner.
El momento en el que Báez llegaba a la clínica.
Según la defensa, Lázaro había pedido la realización de más estudios en otra clínica, pero el juez decidió que lo revisaran los médicos oficiales del Cuerpo Médico.
Lázaro Báez cumplió el 5 de abril su primer año de encierro en una pequeña celda del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, pero nadie de su familia fue a hacerle el aguante. La última vez que recibió una visita, según pudo saber este medio, fue el 11 de febrero por su cumpleaños 66.
Su hija menor, Melina, imputada por el juez federal Sebastián Casanello en la "Ruta del dinero K", viajó desde Río Gallegos a Buenos Aires para renovar las energías de su padre. Desde entonces, sólo intercambió palabras con sus abogados y secretarios.
Lázaro Báez atraviesa su peor momento.
El otrora poderoso hombre de la obra pública santacruceña en tiempos del kirchnerismo, con US$ 2.196 millones en doce años, sólo recibió malas noticias desde que cumplió años: el juez federal Claudio Bonadio lo sindicó el 3 de abril como jefe de la "asociación ilícita" en la Causa Los Sauces, lo procesó y lo embargó por $ 130 millones, Vialidad Nacional se apropió de 986 vehículos de Austral Construcciones y la salud de su madre, Floriana Rodríguez, de 89 años, empeoró.
La ex esposa, Norma Calismonte, acompañó a Lázaro en Los Arcos.
Desde el círculo actual de confianza del empresario, en cambio, avisaron a este medio que su ex esposa, Norma Calismonte, lo visitó a posteriori al encuentro con su hija menor. De todas maneras, aclararon que la detención no provocó un cambio significativo en la relación entre los integrantes del clan porque en libertad "tampoco se veían seguido".
El dueño de Austral Construcciones cumplió un año preso.
El dueño de Austral Construcciones ingresó por primera vez a la cárcel de Ezeiza hace ya un año luego de un arresto televisado tras un supuesto plan de vuelo sin destino esgrimido por el juez para librar la orden de detención en el Aeropuerto de San Fernando. Aquella noche los médicos del Hospital Penitenciario Central (HPC) registraron sus antecedentes clínicos: hipertensión, diabetes y arritmia.
Quizás por la soledad, quizás por las malas noticias, quizás como un episodio normal de su trastorno en su frecuencia cardíaca, lo cierto es que ayer sufrió una taquicardia inusual que, según pudo saber este medio, motivó el pedido del médico clínico del HPC al juzgado de Casanello para que el interno pudiera realizarse los estudios de rigor en una clínica privada de su prepaga.
El empresario fue monitoreado en Los Arcos.
Por eso, ingresó anoche al Sanatorio de los Arcos, ubicado en la Avenida Juan B. Justo 909, para monitorear su ritmo cardíaco. Hasta allí viajo su ex esposa en un vuelo privado desde Santa Cruz. El Servicio Penitenciario Federal custodió el segundo piso durante su estadía, que fue corta. Ya está otra vez en su celda.