“Por las condiciones internacionales, no va a ser difícil hacer algo parecido a lo que hizo Uruguay”
Desde Córdoba, donde busca cautivar el voto de la única provincia en la que ganó Mauricio Macri, Alberto Fernández propuso una “salida a la uruguaya” de la crisis económica que atraviesa la Argentina, un combo que incluye reperfilamiento con el Fondo Monetario que permita darle aire al país para reactivar la producción y pagar la deuda.
Desde la teoría, la propuesta que planteó el candidato a presidente del Frente de Todos no parece compleja, aunque todo debe funcionar y concretarse sin alejarse de los planes y con suma responsabilidad. Consiste en estirar los plazos del pago de la deuda canjeando bonos que respeten la tasa de interés, pero sin quita de capital.
MATE AMARGO Y SALIDA URUGUAYA
Esa fórmula funcionó en el país vecino durante el gobierno del fallecido Jorge Batlle - el presidente del Partido Colorado que llegó a decir que los argentinos eran una “manga de ladrones del primero al último” y que luego lloró al pedir disculpas ante Eduardo Duhalde -, y le permitió, en poco tiempo, retomar la senda del crecimiento, a partir de 2003. Un año después, la economía crecía a 4 por ciento anual.
La gran duda es si esa misma salida que le funcionó a un país con tres millones y medio de habitantes en un contexto mundial distinto, puede aplicarse y ser exitosa en la Argentina impulsada por un eventual gobierno de Fernández si es electo el 27 de octubre. Más allá de las cuestiones técnicas, también es necesario que los tenedores de títulos acepten las nuevas condiciones. El propio Alberto este jueves en la Fundación Mediterránea que lo había conversado con inversores internacionales y que no habría problemas.
“Hay que lograr una buena renegociación con el Fondo Monetario. Ganar tiempo, que permita tener aire para mover la economía”, asegura a BigBang un hombre cercano al candidato presidencial. En esa línea, creen que es clave no sólo el respaldo en votos - en el Frente de Todos creen que superarán ampliamente el resultado de las PASO - sino también de los propios gobernadores.
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La idea es un “reperfilamiento amigable” de la deuda, tal como hizo Uruguay hace más de 15 años. En aquel entonces, el país vecino había contado con el respaldo del FMI y su deuda era superior al 100 por ciento del PBI. En Argentina, hoy la deuda pública supera el 100 % del PBI anual, y según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es el país más endeudado de la región.
LAS PREOCUPACIONES ECONÓMICAS
Desde hace tiempo, Alberto Fernández insiste en que para poder pagar la millonaria deuda que adquirió el gobierno de Mauricio Macri es necesario comenzar a crecer. El candidato a presidente cree que la única vía para que haya crecimiento es un fuerte impulso a las exportaciones, para generar los dólares necesarios para hacerle frente al FMI.
RESERVAS
Pero más allá de la deuda, en el entorno de Alberto analizaban otras variables económicas que son preocupantes y, en algunos casos, miran con alarma, como las reservas con las que llegará el Banco Central al 10 de diciembre. Sólo desde las PASO, el Central perdió más de U$S 16.600 millones de las reservas netas - las que se utilizan para estabilizar el dólar, por ejemplo - y uno de los últimos informes mostró que había alrededor de U$S 49.7 mil millones.
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Incluso, Fernández habló con Macri sobre las reservas. “Presidente, cuidemos las reservas de todos los argentinos”, le dijo en aquel primer diálogo posterior a las elecciones del 11 de agosto.
POBREZA
Otra de las variables sociales y económicas que preocupan a Fernández es la evolución de la pobreza, que este lunes, según anticipan expertos, volverá a reflejar un nuevo aumento en el relevamiento semestral que publicará el INDEC. Los últimos datos son de marzo, corresponden al segundo semestre del año pasado e indicaron que un 32 % de los argentinos son pobres. La UCA anticipó que era del 35. En el entorno de Alberto creen que el año cerrará con entre un 38 % y 40 % de pobres.
INFLACIÓN
La inflación es otro de los puntos alarmantes. Esta semana el candidato de Consenso Federal y ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, advirtió que había riesgo de una hiperinflación si el Gobierno cometía errores y la oposición actuaba de forma irresponsable. En agosto el INDEC reflejó un 4 % de inflación y se espera una aceleración mayor en septiembre y octubre. Fernández cree que si cierra su mandato con inflación de un dígito habría que festejar. Sus equipos creen que sólo entre agosto, septiembre y octubre acumulará un 10 % y que superará ampliamente el 50 % anual.
CONSUMO
Mientras tanto, en los equipos económicos del Frente de Todos siguen de cerca otras variables que reflejan la crisis cotidiana, como la caída del consumo. Un ejemplo reciente: esta semana salieron a la luz los datos de caída del 12,7 % en las ventas de supermercados en los últimos 12 meses. Para eso, creen que es clavel “acuerdo social” entre empresarios, sindicatos y el gobierno que ya puso en marcha Fernández, y que duraría 180 días. Eso, aseguran, le dará impulso y un nuevo aire a la economía.
GABINETE EN PROCESO
El propio candidato aseguró días atrás que tenía el 70 % de su gabinete armado en la cabeza, y aunque hay señales que permiten identificar nombres propios con cargos, todavía no está confirmado quiénes podrían ocupar cargos claves en áreas económicas. “Quiere gente nueva para Economía, alguien de su grupo”, aseguró un hombre que frecuenta el búnker del Frente de Todos en la calle México, en San Telmo.
Uno de los que se menciona es Matías Kulfas, que esta semana compartió un acto en San Juan con el gobernador Sergio Uñac y el presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo. Para otras áreas económicas también suena Guillermo Nielsen y no son pocos quienes destacan a Martín Redrado y Mercedes Marcó del Pont.