Luego de la reunión que ayer mantuvieron en la Casa Rosada diferentes funcionarios de las administración nacional, de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad se llegó a la conclusión de que, por lo menos hasta ver los números de contagios de coronavirus (Covid-19) el viernes no se dará marcha atrás en las fases y se avanzará en muchos aspectos de la flexibilización de la cuarentena.
En concreto el presidente Alberto Fernández, acompañaría la postura que planteó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
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Luego de que comenzaron a aparecer los primeros casos de contagios de coronavirus en las villas del conurbano (en un semana se conocieron 1.519 nuevos casos en toda la provincia de los cuales 625 fueron detectados en dos asentamientos) el gobernador Axel Kicillof le transmitió su preocupación a las autoridades nacionales.Por eso tanto el ministro de Salud, Daniel Gollán, como su viceministro, Nicolás Kreplak, salieron a hacer fuertes declaraciones en los medios de comunicación alertando sobre el riesgo a una mayor apertura, porque la mayor cantidad diarios de contagios se siguen concentrando en la ciudad de Buenos Aires.
De todos modos, luego del crecimiento de la semana anterior, la curva ahora parece estabilizada. Con el nuevo panorama, y salvo que se registre un fuerte aumento en la cantidad de contagios de acá al viernes, los paseos recreativos empezarán a poder habilitarse los fines de semana en los 40 municipios del conurbano.
A la par también habrán novedades, tanto en Buenos Aires como en la Ciudad, con los rubros económicos. Desde hace diez días diferentes sindicalistas mantuvieron encuentros con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y con otros referentes políticos del oficialismo y la oposición.
El motivo central pasó por ponerse de acuerdo en la necesidad de que se necesita empezar a habilitar rubros de la economía porque no hay sistema que aguante de esa forma.
Una de las últimas charlas, que pudo reconstruir BigBang, fue en Rodríguez Larreta y el titular de UTHGRA, Dante Camaño. El alcalde porteño le pidió su colaboración para poder lograr que las habilitaciones vengan desde “arriba hacia abajo”, es decir que sea la propia Casa Rosada la que lo proponga.
Algo de esto sucedió ayer en la reunión en la que participaron una decena de funcionarios de las diferentes jurisdicciones.
En paralelo en la Ciudad se avanzará con la apertura de otros locales de cercanía en el rubro de comercio, como son las zapaterías, las tiendas de indumentaria y se comenzará a ver cómo se implementa, para más adelante, el protocolo para restaurantes y bares.
Ese proyecto, en el cual ultiman detalles algunos funcionarios, establece dos parámetros clave para que puedan volver a abrir: distanciamiento social y turnos. La forma en la que se ponga en marcha, ya sea mediante reservas o una app, es uno de los detalles que faltan terminar pulir junto con las medidas de infraestructura que le solicitarán a cada local. “
No es para ahora, sino para ver si dentro de 15 días o un mes lo podemos empezar a aplicar”, agregó una fuente al tanto del proceso.
Hoy por la mañana desde la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) le presentó a las autoridades porteñas el protocolo que elaboraron para los comercios de indumentaria.
“Hemos tenido una reunión auspiciosa. Creemos que están dadas las condiciones para la apertura de comercios de rubros que hasta hoy no pudieron abrir. Esperamos que en los próximos días se instrumenten nuevas herramientas", afirmó Fabián Castillo, presidente de FECOBA, luego del encuentro que mantuvo con el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, el ministro de Desarrollo Económico, José Luis Giusti, y el subsecretario PyME, Christian Bauab.
La construcción es el otro foco de apertura en donde tendrán puesta la vista pero no sólo en la Ciudad, sino también en la Provincia. “El principal problema es el transporte público”, remarcó una califica fuente al tanto de las negociaciones. El fin de semana comenzará a regir la prueba de los turnos para usar los trenes interurbanos y, tal y como contó en exclusiva BigBang, se empezará a trabajar en el sistema de refuerzos de colectivos para que hagan el mismo recorrido que las formaciones y poder respetar el distanciamiento social.
La intención de la administración porteña es avanzar con algunas de las variantes de la construcción privada luego de que, al permitir que se reanuden los trabajos de demolición y excavación, se terminaron de percatar que hay varias vertientes que se desprenden.
“Todos los días controlamos 4.000 obras porque hay muchas cuestiones que terminan generando un riego edilicio y califican como emergencia”, explicó uno de los funcionarios de la cartera de Desarrollo Económico.
A la construcción y los comercios se le sumarían algunas industrias, como es el caso de la textil, pero según explicaron voceros del Gobierno la clave estará puesta en el transporte público.
La circulación en los 29 ejes de mayor tránsito en la Ciudad, y que fue una de las recomendaciones que realizó el secretario de Transporte, Juanjo Méndez, se mantendrán.
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“El problema está en cómo haces para que se mueva la gente desde la provincia hasta acá”, agregan en el Gobierno. Esa preocupación incluso fue dicha en público por el propio Kicillof.Pero además del motivo económico hay una cuestión de funcionamiento de en el control. Hoy en día para verificar que todos los comercios y obras estén en regla con la cuarentena la administración porteña cuenta con poco más de 100 agentes para 40 nódulos. “Hay muchos más pero están de licencia porque viven en la provincia”, explicó una fuente al tanto de los operativos.